Fue
la advertencia y a la vez un llamado a la acción del especialista. Denunció que
regiones selváticas no apuntan a ser sostenibles y, por el contrario, alientan
el narcotráfico, la tala ilegal, el desempleo y la corrupción. Si espacios como
el FOSPA quieren estar a la altura de la problemática amazónica deben
monitorearse estrictamente los acuerdos y trasladarlos a la sociedad civil.
Duras
advertencias sobre la Amazonía, su situacióon actual y lo que podría estar por
venir, lanzó el periodista y experto en temas amazónicos, Roger Rumrrill.
En
el marco del último Fospa 2017 realizado en Tarapoto, el conocedor y
protagonista de la realidad amazónica, denunció los desaciertos en torno a las
regiones selváticas en las últimas décadas que las han llevado a una
crisis con miras a agravarse.
Según
advierte, en un contexto nacional e internacional que prioriza lo monetario a
los sotenible, y donde sus principales actores no han estado a la altura, aún
queda una salida: la sociedad civil.
—¿Cuál
es la situación de la Amazonía en la actualidad?
Yo
creo que la situación de la Amazonía hoy está en mayor riesgo que nunca. Lo que
crece en la Amazonía son tres cosas: la pobreza, la población y la erosión de
los ecosistemas. No veo otros indicadores que crecen. No crece el desarrollo,
no crece la inversión, no crece el tejido social. Creo que los dos problemas
más graves son la erosión de los ecosistemas y la pobreza. Pienso que la
Amazonía debería ser declarada en emergencia por el tema ambiental.
—¿Y
cómo se evidencia esta situación en las regiones amazónicas?
De
las cinco regiones amazónicas: Amazonas, Ucayali, Loreto, San Martín y Madre de
Dios, la región que está en un colapso social y económico es Loreto, que ha
dependido de la renta petrolera.
—¿De
qué manera la economía del petróleo ha impactado a dicha región?
La
renta petrolera provocó la ilusión del desarrollo y la prosperidad y esa renta
se ha hecho humo con la caída del precio del petróleo. Loreto recibía un
promedio de 500 millones de soles anuales cuando el petróleo estaba a 115
dólares el barril. Luego de la caída del precio del barril a 30 o 40 dólares
virtualmente el canon desapareció y ha habido dos meses que Loreto no ha
recibido canon.
El
resultado de eso es una crisis social y política muy grande. En los últimos
tres años se han perdido 80 mil plazas de trabajo porque la renta petrolera, la
renta del canon aporta el 60 por ciento de la inversión en Loreto. Hay un
crecimiento del narcotráfico, la pobreza, la prostitución, a tal punto que los
tres negocios más importantes que hay en Iquitos son narcotráfico, remate de
bienes y los juegos de azar como expresión de esta crisis. Ha habido una
imprevisión absoluta porque con la renta petrolera hubieran podido diversificar
la economía y la producción.
—¿Qué
hay de las otras regiones amazónicas que mencionó?
Amazonas
tiene problemas de inversión, de Salud, ahí la tasa de crecimiento del SIDA ha
alcanzado niveles exponenciales muy graves a parte de otros problemas como
falta de inversión del Estado y corrupción.
En
el caso de Madre de Dios ya sabemos cuál es el problema: la minería ilegal y
sus impactos en el bosque, en las aguas, a tal punto que en Madre de Dios ya no
se puede comer pescado porque ya todo está contaminado por azufre.
—¿Cómo
describiría el caso de Ucayali?
En
Ucayali hay un problema, ha bajado la renta forestal y el tema agrario está
casi paralizado.
Ucayali
empieza a ser el epicentro del narcotráfico en la Amazonía. No hay ninguna ciudad
que crezca urbanísticamente como Ucayali producto del narcotráfico y lavado de
activos. Tengo la impresión de que en el próximo quinquenio el nuevo epicentro
del narcotráfico en el Perú, en la Amazonia, va a ser Ucayali.
El
mapa está cambiando, en los noventas la economía de la coca estaba
centrada en Tocache, en el Huallaga central, luego se trasladó en el año 2000
al VRAEM y ahora hay un traslado del mapa hacia Ucayali.
—¿Qué
tiene que decir de San Martín?
La
única región que tiene una economía más o menos estable es San Martín. La razón
es básicamente por un lado el crecimiento, la diversificación productiva. Hay
producción de café, de cacao, pan llevar, culinaria, turismo, y a eso se agrega
un buena conectividad, una menor tasa de corrupción, un tejido social más
sólido; y por otro lado un proceso cultural de identidad muy fuerte en el caso
de San Martín.
—¿Cree que
este FOSPA ha estado a la altura de los problemas de la Amazonía o ha habido
limitaciones?
Creo
que para estar a la altura de las crisis amazónicas lo que tiene que hacerse
para cubrir las debilidades organizativas y de otros aspectos es formarse una
comisión ejecutiva que haga un seguimiento estricto de monitoreo de los
acuerdos. Que esa comisión haga llevar estas propuestas, estos pronunciamientos
a los gobiernos para que ellos sepan de qué se trata pero el paso más
importante además de eso debe ser que esta comisión haga una socialización de
las propuestas a nivel de la sociedad civil.
Por
parte de los gobiernos —teniendo en cuenta los gobiernos neoliberales de ahora—
es casi una utopía pensar que van a tomar decisiones a favor de las propuestas
si no reciben la presión social, y porque estamos en un escenario sumamente
crítico.
—¿Y
en un contexto internacional, cuál es el rumbo que podría tomar la Amazonía?
Hace
unos 20 años Brasil era el punto de referencia, el contrapeso más importante a
la hegemonía norteamericana y a la inversión de las multinacionales en la COICA
amazónica. Para Estados Unidos la derrota del PT y de Lula representa el mayor
triunfo geopolítico de la última década.
No
solamente ha quebrado los BRICS, que era un contrapeso geopolítico a Estados
Unidos y a su aliado Europa, sino que con la caída del PT y de Lula hoy en día
la Amazonía tiene la puerta abierta a la hegemonía norteamericana porque ese
contrapeso ya no existe.
—¿Fue
Brasil un buen referente de sostenibilidad?
Si
bien Brasil no representaba una tendencia sostenible sobre su Amazonía, porque
recordarás, cuando Lula asumió el poder, la ministra del ambiente era Marina
Silva, una ministra ambientalista que luego tuvo que renunciar por la presión
de las multinacionales.
Entonces
en Brasil, en el periodo del gobierno del PT no ha sido un referente bueno de
propuestas sostenibles, pero ha sido un referente geopolítico porque con
Lula y el PTE en el gobierno geopolíticamente Estados Unidos estaba impedido de
ingresar. Hoy en día después de la caída de Lula el contrapeso ya no existe y
la Amazonía es una puerta abierta a los intereses geopolíticos internacionales.
—¿Qué
rol puede jugar la sociedad civil?
Hoy en día la presión y la fortaleza de la
sociedad civil tiene que ser mucho más fuerte porque la puerta está abierta
para el ingreso de las multinacionales, y esa puerta ha sido abierta por la
caída de Lula y aceitada por las políticas neoliberales de Humala y de PPK.
No hay comentarios:
Publicar un comentario