Un estudio desarrollado en la Amazonía brasileña
descubrió que los tapires pasan mucho tiempo en los bosques quemados que
en la selva prístina. Los científicos descubrieron que este mamífero defecaba
más y distribuía tres veces más semillas en los bosques quemados que en los
intactos y podrían ayudar a que los bosques afectados por los humanos se
recuperen y vuelvan a crecer.
Por Mongabay Latam*
Los tapires podrían ayudar a recuperar las selvas
después de un uso humano destructivo y aumentar la cantidad de carbono que
almacenan, según indica una nueva investigación.
El estudio, desarrollado en la Amazonía brasileña,
descubrió que estos mamíferos, que se alimentan de frutos, pasan mucho más
tiempo en los bosques quemados que en los que están relativamente intactos.
Como consecuencia, los tapires dejan más semillas en sus deposiciones en estos
paisajes “degradados”.
El papel que desempeñan los tapires en el
esparcimiento de semillas en los bosques degradados es otra buena razón para
conservar a este último representante de la megafauna de Suramérica”, dijo en
una declaración Lucas Paolucci, autor principal del estudio y ecólogo
en la Universidad Federal de Lavras en Brasil y el Instituto de Investigación
Ambiental de la Amazonía.
Paolucci y sus colegas publicaron
sus descubrimientos en la revista Biotropica el 25 de
febrero.
El tapir amazónico, también conocido como danta, está
emparentado con los caballos y los rinocerontes, y tiene el tamaño de un cerdo
grande. Está clasificado como Vulnerable por la UICN. Este animal de
reproducción lenta no se recupera bien de la caza intensiva y su hábitat
forestal está disminuyendo.
Como es grande —puede llegar a los 2,2 metros y pesar
250 kilos—, puede llevar muchos tipos de semillas, algunas grandes, que luego
deposita en el bosque con sus excrementos.
Sin embargo, hasta ahora, la mayoría de científicos
han investigado esta “dispersión de semillas” en bosques más prístinos.
Paoluccci y sus colegas se preguntaron por la influencia de los tapires en
bosques degradados.
Los
investigadores fueron a la búsqueda de deposiciones de tapir en tres parcelas
de bosque en el lugar de estudio, en el estado de Mato Grosso en Brasil, cada una con un nivel diferente de
impacto. Otros investigadores habían quemado el bosque en una de las parcelas
casi cada año entre 2004 y 2010. En otra, habían provocado incendios
experimentales cada tres años. Como medida de control, Paolucci y sus colegas
también incluyeron una tercera parcela que no se hubiera quemado nunca.
Los tapires defecaban más y distribuían tres veces más
semillas en las parcelas quemadas que en los bosques intactos, según
descubrieron los científicos. Los datos de exploraciones aéreas con lidar, que
utiliza pulsaciones de láser para mapear la estructura tridimensional del
bosque, confirmaron que las áreas con la cubierta forestal más abierta solían
tener más concentraciones de excrementos.
Un conjunto de cámaras trampa también reveló que los
tapires frecuentaban las parcelas quemadas el doble que el bosque con la
cubierta cerrada. Los autores del estudio dicen que creen que los pequeños
brotes que crecen de la tierra gracias a que entra más luz en las parcelas
quemadas podrían atraer a los tapires.
Los tapires llevaban una gran variedad de semillas a
estos bosques degradados en condiciones notablemente buenas. Más del 99 por
ciento de las casi 130 000 semillas que los investigadores encontraron en los
excrementos de los tapires estaban enteras, lo cual significa que tenían
posibilidades de germinar. Las semillas provenían de 24 especies de plantas
diferentes, algo que sugiere que los tapires contribuyen a la diversidad de
especies que crece en un área determinada.
El equipo dijo que sus datos sugieren que los tapires
son importantes para ayudar a los bosques a volver a crecer mediante la
regeneración natural, que es “la forma más barata y normalmente más factible de
conseguir la restauración de los bosques tropicales a gran escala”, escriben.
También sugieren que los tapires, a su manera, podrían
ayudar a combatir el cambio climático.
“Cuando pensamos en el clima y las soluciones
forestales, los tapires no son lo primero que nos viene a la cabeza”, dijo en
la declaración Paulo Brando, uno los autores del estudio y científico auxiliar
en el Centro de Investigación Woods Center en Massachusetts. “Pero nuestro
estudio muestra que tienen un papel crítico en la recuperación del bosque, ya
que dispersan especies con semillas grandes que finalmente se convierten en
árboles grandes, lo que significa que contribuyen de forma indirecta a mantener
las reservas de carbono del bosque”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario