Uno de los acontecimientos más importantes de la
semana concerniente al mundo indígena de Perú es el acuerdo en más de 70 puntos
alcanzado entre el Estado y las organizaciones indígenas respecto al Proyecto
Hidrovías Amazónica.
Así concluyó la etapa de diálogo del proceso de
consulta previa en el que participaron catorce pueblos indígenas de Loreto y
Ucayali: Achuar, Asháninka, Awajún, Bora, Capanahua, Kichwa, Kukama –
kukamiria, Murui Muinani, Shawi, Shipibo – Konibo, Tikuna, Urarina, Yagua y
Yine.
Las reuniones se desarrollaron entre las
federaciones y organizaciones regionales indígenas quienes junto con sus
asesores dialogaron con los representantes del Ministerio de Transportes y
Comunicaciones (MTC).
El proceso de consulta se inició el 19 de mayo de
2015. El acta final de consenso fue suscrita luego de cinco intensos días de
trabajo en la ciudad de Iquitos entre 60 representantes acreditados por la
parte indígena y 22 funcionarios y que se inició por la mañana del viernes 18
de setiembre.
En esa jornada se definió la metodología de trabajo
para discutir temas centrales de la agenda como los Términos de Referencia
(TdR) del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto, el contrato de
concesión así como otros planteamientos asociados.
Uno de los principales compromisos es el de
consultar el EIA de Hidrovías Amazónica si es que se encuentran impactos
significativos; y se lograron mejorar los Términos de Referencia y el propio
Contrato de Concesión.
Por ejemplo, se precisa que en el contrato “no se
entrega en concesión ni el río, ni el agua dulce de la cuenca, ni los recursos
hidrobiológicos, ni la arena del dragado ni otros recursos existentes”.
Se aprobó un programa de monitoreo y vigilancia
indígena independiente que será reconocido por el Ministerio de Cultura
(MINCU), y capacitado por el MTC y otros sectores.
También se aprobó un Plan de Compensación e
Indemnización por Servidumbres en territorios indígenas con Valor Ecosistémico.
Si bien los acuerdos de la consulta previa son de
obligatorio cumplimiento para el Estado, el MTC se comprometió a proponer en el
contrato una cláusula que indique que el concesionario respetará los acuerdos
entre el Estado y los pueblos indígenas como resultado del proceso de consulta
previa.
De otro lado el Estado asumió el compromiso de
desarrollar la regulación necesaria para los ríos amazónicos a fin de evitar el
riesgo de accidentes producidos, entre otros factores, por el exceso de
velocidad de las embarcaciones.
En el equipo técnico encargado de elaborar el
estudio de impacto ambiental se incluirá a 3 sabios indígenas, acreditados por
las organizaciones representativas.
Además, el Estado implementará mecanismos de
participación con enfoque intercultural a fin de recoger la opinión de todos
los actores involucrados en el ámbito de intervención del proyecto.
Si bien no se aceptó establecer un fideicomiso social ni beneficios
económicos para las comunidades a cambio la entidad promotora se comprometió a
conformar un Grupo de
Trabajo Multisectorial que abordará la agenda de desarrollo
e inclusión social propuesta por los pueblos indígenas.
Aspectos negativos
El plazo establecido para la segunda etapa de
talleres informativos y de evaluación interna, y la cercanía del proceso de
diálogo final, no permitió a los pueblos indígenas reflexionar, procesar,
deliberar y fijar posición, sobre un conjunto de temas de vital importancia.
La apretada agenda a desarrollar principalmente
durante el mes de setiembre implicó una metodología de trabajo con extenuantes
jornadas en los cinco días de reunión final, lo que se complicó con el carácter
técnico de la medida a consultar. Esto limitó la reflexión y el análisis para
la parte indígena.
Como lo destaca Juan Carlos Ruiz Molleda en un
balance preliminar (1) “los pueblos indígenas no toman decisiones de esa
manera” y “se impuso una forma de tomar acuerdos ajena a ellos”.
A pesar que un proceso de tanta importancia exigía
más tiempo la etapa del diálogo de la consulta se realizó en pocos días. Muchos
dirigentes expresaban en los talleres “Estamos mareados y cansados”, “Queremos
más tiempo para seguir conversando”.
Si se considera que la representación indígena
pidió dos días para analizar con sus asesores los temas en cuestión “podremos
concluir que en realidad solo tuvieron domingo, lunes y martes para el diálogo,
a pesar que el reglamento establece que este proceso podrá durar hasta 30 días”
detalla Ruiz Molleda.
Otro aspecto es el carácter técnico y abstracto del
lenguaje, y la forma de presentar la información, con muchos conceptos, cuadros
y cifras, difíciles de traducir y comprender. “Necesitábamos gente que nos
hablen concreto” fue una de las expresiones de una dirigente del pueblo kukama.
Valoración positiva del proceso
Dirigentes indígenas, analistas y asesores
coincidieron en efectuar una valoración positiva del proceso de consulta, donde
destacó la voluntad de diálogo manifestada por los funcionarios del MTC.
Según Iris Olivera, especialista de Derecho,
Ambiente y Recursos Naturales (DAR), lo más importante de este proceso es que
se ha consultado el contrato de concesión, el cual no suele ser objeto de
consulta en otros procesos.
Para Henry Carhuatocto, del Instituto de Defensa
Legal del Ambiente y Desarrollo Sostenible(IDLADS), fue un diálogo
duro, lleno de momentos críticos pero hubieron varios aspectos destacables como
el haberse mejorado sustantivamente los TDR y el Contrato de Concesión.
Marcial Mudarra, presidente de CORPI-SL, calificó
el proceso de histórico y valoró también el diálogo entre los pueblos indígenas
y el Estado. Señaló, asimismo, que es una mejor herramienta que estar en pie de
lucha.
Ángela Acevedo, directora de Consulta Previa del
Ministerio de Cultura, reconoció la actitud de permanente escucha y búsqueda de
consensos del MTC e indicó que el proceso de consulta marca el inicio de un
diálogo a largo plazo.
Ruiz Molleda afirmó que si bien en todo proceso de
diálogo y de negociación, no es razonable esperar que todas las demandas se
atiendan. Si bien se han logrado cosas buenas en este proceso de consulta, nos
queda un sabor agridulce, que tal vez se pudo lograr más cosas.
Ruiz Molleda reconoce que la experiencia demuestra
que la consulta sí funciona cuando hay voluntad de diálogo. “Debemos reconocer
la voluntad de diálogo y de escucha del MTC y Proinversión” afirma en su balance
preliminar.
Iris Olivera valoró la aplicación del principio de
flexibilidad que incluyó talleres informativos y reuniones de evaluación
complementarios, que garantizaron el derecho de los pueblos indígenas.
Olivera expresó su deseo de que los acuerdos
alcanzados sean referentes para siguientes procesos de consulta, a fin de
elevar los estándares de la aplicación de este derecho en el Perú.
El
proyecto Hidrovías Amazónica
§ Establece
una inversión de 64 millones de dólares para identificar una ruta de tránsito
en los ríos Huallaga, Marañón, Amazonas y Ucayali, limpiar esta ruta de arena y
troncos, además de garantizar que tenga la profundidad y ancho adecuados.
§ Busca
que los ciudadanos de la selva peruana puedan movilizarse de forma eficiente,
segura y confiable durante todo el año, mejorando las condiciones de navegación
de los principales ríos de la selva peruana para reducir los accidentes y
tiempos de traslados en época de vaciante.
§ Se
trata de un proyecto de suma importancia para las regiones de Loreto y Ucayali,
ya que más del 90 por ciento de pasajeros y carga se movilizan por vía fluvial
en esta zona.
FUENTE : SERVICIO DE INFORMACION INDIGENA (SERVINDI)
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