Once empresas están solicitando casi 100 mil hectáreas
de bosques para sembrar palma aceitera en tres regiones: Loreto, Ucayali y San
Martín, alertó Roberto Espinoza, de la Asociación Interétnica de Desarrollo
de la Selva Peruana (Aidesep).
Así lo hizo durante su participación en la mesa
“Modelo post extractivista y Cambio Climático”, en la que estuvo acompañado de
Wilmer Sánchez, de la Asociación Regional de los Pueblos Indígenas de la
Selva Central (ARPI SC).
Según Espinoza, la depredación por palma aceitera
se da bajo mecanismos aparentemente legales, ya que las empresas señalan que
operan sobre áreas deforestadas -como señala la ley- cuando en la realidad no
es así.
Precisó que hoy la palma se siembra en bosque
primario sin presentar estudios de impacto ambiental (EIA) y sin hacer el
trámite de cambio de usos de suelos.
Citó el caso del Grupo Melka el cual operaría bajo
la fachada de 20 empresas. “Son empresas que no dan la cara, que usan
testaferros (…), que dan dinero a los colonos para titular sus tierras”,
enfatizó.
Una vez que los colonos toman posesión de los
terrenos, las empresas de palma les dan semillas y préstamos con el fin de que
se adeuden y que en el futuro no les quede otro camino que vender lo que tienen
a estas empresas, explicó Espinoza.
Ante esta realidad, el representante de Aidesep
presentó el Plan Amazónico de Vida Plena, iniciativa que contempla una serie de
acciones que buscan, entre otras cosas, frenar la destrucción de la Amazonía.
Cabe precisar que en el marco de dicho plan la
organización exige que el Estado se declare como no apto para entregar
concesiones dentro de la Amazonía. Asimismo pide que se decida al respecto en
prioridad del valor de los bosques y no de los suelos.
“Todo trámite que tiene que ver con grandes concesiones
debe ser suspendido, hasta que haya institucionalidad ambiental”, aseveró
Espinoza.
En otro momento se advirtió del peligro de los
colonos los cuales cuentan con proyectos del Estado a favor de la titulación de
las tierras que ocupan.
A su turno, Wilmer Sánchez, del pueblo indígena
Kukama, criticó la visión que tienen los gobiernos acerca de la
Amazonía. “Se ve a la Amazonía como un lugar sin gente, como en los
tiempos del presidente (Fernando) Belaúnde”, afirmó.
De otro lado destacó que los pueblos indígenas
siempre han vivido de forma sostenible, alejados del llamado crecimiento o boom
económico.
Cabe destacar que estas declaraciones se dieron en
el marco de “Desmintiendo el milagro peruano”, evento alternativo a la reunión
anual de la Junta de Gobernadores del Grupo Banco Mundial y Fondo Monetario
Internacional (FMI).
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