Estela tenía 14 años cuando tuvo su primer
hijo, producto de una violación. La joven era muy responsable, por eso trató de
superar esa situación, pero la historia se repitió tiempo después, cuando quedó
embarazada por segunda vez. Entonces ya no quiso ir a su colegio, en Canchaque
(Piura), y empezó a esconderse de sus amigos y de su familia. Su madre se
enteró de su embarazo apenas una semana antes de su fallecimiento. A su corta
edad Estela no pudo soportar tanto y terminó suicidándose.
Ángela era menor cuando se embarazó. Tenía 13
años y siempre estaba sola en su casa del caserío Nueva Alianza-Masisea, en
Coronel Portillo (Ucayali). Nadie sabe cómo resultó embarazada y cómo hizo para
abortar, pero lo cierto es que falleció tres días después de someterse a esa
intervención a causa de una infección generalizada que se complicó con una
insuficiencia renal aguda. Había llegado muy mal al hospital y murió sola, sin
el apoyo de ningún familiar.
Estos casos forman parte del estudio Historias
de vida para no olvidar de Elisa Juárez y Susana Chávez, que fue presentado por
el Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos
(Promsex), junto con la investigación Impacto del embarazo en la salud de las
adolescentes, de Luis Távara.
Las publicaciones analizan los problemas que
atraviesan las adolescentes que han dado a luz entre los años 2012 y 2014 y
revelan que la frecuencia de complicaciones en estos embarazos alcanza el 63%
de casos, mientras que en la mujer adulta esta frecuencia solo llega al 15%.
“Este porcentaje refleja solo los daños a la
salud física que han sido registrados en las historias clínicas. No se ha
podido indagar sobre los impactos en la salud mental, pues de ser así, la tasa
sería aún más alta”, manifestó Susana Chávez, directora de Promsex.
Los estudios demostraron que en el 80% de casos
las jóvenes tuvieron relaciones sexuales voluntarias con sus parejas y no
planificaron su embarazo. Empero, un 42% fueron menores de 15 años, cuyo
consentimiento para tener relaciones es cuestionable.
Asimismo, un 12% de adolescentes quedaron
embarazadas por una violación sexual, el 13.7% intentó interrumpir su gestación
y el 6% trató de suicidarse. Además, en el 12.2% de casos las jóvenes se
volvieron a embarazar.
Pero lo peor de estos informes son los casos de
adolescentes que murieron por factores asociados a su embarazo. “La tasa de
muerte de adolescentes no parece muy alta (9.6% en el 2012), pero si se compara
con la proporción de mujeres adultas que fallecen por la misma causa, el riesgo
de muerte para una mujer joven embarazada es cuatro veces más alto”, indicó
Chávez.
MADRES
DE 12 Y 13 AÑOS
En el Perú, pese a las políticas públicas para prevenir el embarazo adolescente, esta problemática se está incrementando. Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), los embarazos de mujeres entre 15 y 19 años aumentaron de 12.5%, en el 2011, a 14.6% en el 2014. El mayor porcentaje está en la selva, entre jóvenes con poca educación y alto nivel de pobreza.
En el Perú, pese a las políticas públicas para prevenir el embarazo adolescente, esta problemática se está incrementando. Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), los embarazos de mujeres entre 15 y 19 años aumentaron de 12.5%, en el 2011, a 14.6% en el 2014. El mayor porcentaje está en la selva, entre jóvenes con poca educación y alto nivel de pobreza.
Elena Zúñiga, representante del Fondo de
Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en el Perú, mencionó que en el país,
en general, el embarazo está empezando a edad muy temprana. “Aproximadamente 50
mil nacimientos al año son de madres menores de 20 años y, según la estadística
del 2013 del Ministerio de Salud, más de 1,100 partos son de madres de solo 12
y 13 años. Estamos hablando de tres o cuatro niñas de 12 y 13 años que se
convierten en madres por día”, manifestó.
Según la estadística del Ministerio de Salud,
en el año 2014 el 5.6% de las adolescentes embarazadas que acudieron a sus
controles en los diferentes hospitales del país tenían entre 12 y 17 años.
Zúñiga dijo que esta problemática no se reduce
en el Perú debido a la limitada oferta de educación sexual integral en las
escuelas, la falta de formación de los padres y maestros en sexualidad y la
información distorsionada que llega a los jóvenes por Internet y otros medios
de comunicación.
La representante del UNFPA refirió, además, que
en el Perú la normatividad vigente tampoco ayuda a mejorar esta situación, pues
no permite el acceso de los adolescentes a los servicios de salud públicos para
recibir métodos anticonceptivos efectivos y adecuados para su edad.
FALTA
EDUCACIÓN
Juan Daniel Aspilcueta, coordinador nacional de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud, reconoció que los esfuerzos de los sistemas educativo y de salud no son suficientes para dar a los adolescentes los mensajes y la protección adecuada con el fin de evitar los embarazos tempranos. Pero dijo que esto también aumenta por el incremento de la población en riesgo y el mayor acceso de los jóvenes a los estímulos eróticos, así como el alcohol y las drogas, que hacen que tengan relaciones sexuales de manera más precoz y frecuente.
Para enfrentar la situación, mencionó que se aprobó en el 2013 el Plan
Nacional de Prevención del Embarazo Adolescente, el cual propone intervenciones
multisectoriales para postergar el inicio de las relaciones sexuales, incrementarJuan Daniel Aspilcueta, coordinador nacional de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud, reconoció que los esfuerzos de los sistemas educativo y de salud no son suficientes para dar a los adolescentes los mensajes y la protección adecuada con el fin de evitar los embarazos tempranos. Pero dijo que esto también aumenta por el incremento de la población en riesgo y el mayor acceso de los jóvenes a los estímulos eróticos, así como el alcohol y las drogas, que hacen que tengan relaciones sexuales de manera más precoz y frecuente.
el porcentaje de las adolescentes que terminan la secundaria y asegurar la inclusión de la educación sexual integral en todos los colegios del país.
Sin embargo, Aspilcueta dijo que la puesta en
marcha de este plan enfrenta dos grandes trabas: la falta de presupuesto y la
presión de sectores conservadores que confunden educación con estímulo sexual y
no permiten que los jóvenes accedan a métodos anticonceptivos.
La directora de Promsex afirmó que ningún
sector ha desarrollado estrategias específicas para enfrentar el problema. “El
plan es declarativo y asigna apenas cuatro soles por adolescente”, indicó.
Chávez declaró que, para mejorar, se deben
fortalecer la educación sexual integral, el trabajo comunitario para promover
espacios libres de violencia y las campañas de comunicaciones sobre cómo
prevenir los embarazos.
FALTA
TRABAJO EDUCATIVO
Pese a que en el año 2008 se aprobaron lineamientos y orientaciones pedagógicas para incorporar la educación sexual integral en los colegios, hasta ahora estas recomendaciones no se aplican de manera efectiva.
Pese a que en el año 2008 se aprobaron lineamientos y orientaciones pedagógicas para incorporar la educación sexual integral en los colegios, hasta ahora estas recomendaciones no se aplican de manera efectiva.
Sofía Carrillo, jefa de Comunicaciones del
Instituto Peruano de Paternidad Responsable (Inppares), dijo que durante las
intervenciones de este organismo con los jóvenes se ha evidenciado que los
tutores y estudiantes aún tienen muchas dudas y hay desconocimiento del tema.
“Falta trabajo educativo. Estamos esperando que
el Ministerio de Educación nos informe cómo se está brindando la educación
sexual integral, si se hace un monitoreo específico y qué resultados se ha
obtenido”, manifestó.
César Cortez, director del Centro Juvenil
Futuro, que forma líderes en temas de sexualidad, refirió que este centro
recibe mensualmente, en promedio, solo en Lima, nueve solicitudes de colegios
que requieren información porque se están presentando problemas por embarazo
adolescente u otros temas de sexualidad. “Lamentablemente se piensa que lo que
se difunde es suficiente, pero la mayoría de jóvenes tiene información errada
que no le permite tomar una decisión responsable”, indicó.
TENGA
EN CUENTA
El Ministerio de Salud ha implementado, en
coordinación con diversas escuelas del país y las municipalidades, espacios
diferenciados para dar a los jóvenes una atención integral exclusiva y resolver
dudas respecto de su sexualidad.
En estos espacios diferenciados se ofrecen
talleres para reforzar la autoestima de los adolescentes, evitar la violencia,
prevenir el VIH/sida y los embarazos no deseados, así como evitar el consumo de
alcohol y drogas, y promover estilos de vida saludables.
Los centros diferenciados funcionan en 2,861
consultorios de los diversos hospitales y centros de salud del país.
Actualmente ocupan el 40% de los centros de salud del Perú.
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