El Ciro Alegría me tiene jodido con eso de…
Sin embargo escribió numerosos libros, entre ellos , “Días
Oscuros”, “Gregorillo”, “Mateo Paiva”, “El Árbol Blanco”, “Voya”,”El colibrí
con cola de pavo real”. “Muyuna”, “Mi aldea” ,”Cesar Vallejo y su Tierra”,”
Pueblo y Bosque”.
Su novela “Días Oscuros” mereció ser traducida al inglés y al
portugués. Con “Gregorillo” obtuvo el
Primer Premio en el concurso promovido por Juan Mejía Baca y con el “Árbol
Blanco” se hizo acreedor del Premio Nacional de Literatura.
Su cuento “El bagrecito” incluido en diversas antologías nacionales del
género, fue vestido al ruso y otras lenguas eslavas- “Mi aldea” es un poemario de singular poder comunicativo.
Merece mención especial si obra “Mateo Paiva”, el mejor retrato
sociológico y social hecho en el devenir de nuestras Letras sobre la figura de
un maestro primario.
Si ensayo “Cesar Vallejo y su Tierra” posee, además de variados
aciertos, el mérito de haber establecido, por vez primera quien fue, en la vida
real, la “andina y dulce Rita de junco y capulí”.
“El Ciro Alegría me tiene jodido con eso de Pancho no escribas ni
publiques tanto…un escritor debe cuidar sus fuerzas…igual que un atleta.
Lo unió una larga y profunda amistad con el autor de “El mundo es
ancho y ajeno”. Más aun fueron compadres. Realmente sus temperamentos tenían
mucho en común.
Otra de sus amistades entrañables fue el talentoso y gran
charlista Dr. Francisco Valega. La nocheprendía en las “Galerías Boza”,
inclinados sobre el café, la cerveza y el mundo.
El niño Francisco Izquierdo, nacido en Saposoa, un villorrio
perdido en nuestra inmensa selva, vivió sus primeros años absorto y poseído por
el mundo fascinante de los juegos a punto tal que se negaba a aprender “algo
útil” .
Solo a los nueve años acepto el sacrificio de ir a la escuela. Después
tuvo que ponerse las “botas de las siete leguas” para alcanzar a los blanquitos
y a los aguarunas.
Siendo adolescente resulto subyugado por una novela “Las tierras
del sin fin” del autor Jorge Amado. Sin casi esperanzas de respuestas le
escribió a la “unión de Escritores Brasileños”, con gran alegría y sorpresa suya,
la respuesta tardo, pero llego. En su misiva, Francisco Izquierdo Ríos le
confesaba su admiración al gran escritor carioca y también con jovial timidez.
Le decía de sus anhelos de convertirse en escritor, Jorge Amado, cordialmente
lo incito a remitirle sus creaciones primeras.
De este modo se dio inicio a una relación amistosa epistolar que
se prolongó al paso de las décadas, Jorge Amado, más conocido hoy en nuestro
gran público por sus guiones cinematográficos, influyo parcialmente para que
varios trabajos literarios de Izquierdo se esparcieran con buen éxito en las
tierras sin fin del Brasil.
Aunque nuestro personaje, recientemente fallecido, fue un hombre y
un intelectual con claras ideas de izquierda.
La independencia de su espíritu le impidió asumir una actitud
política partidaria.
Pese a ella, por sus luchas a favor del magisterio y de los
pueblos marginados de nuestra Patria, tantas veces agredidos, conoció hasta en
dos oportunidades las mazmorras de las tiranías.
Sin embargo, el no quiso hacer nunca de “esos accidentes de
trabajo” materia de literatura.
No tiene nada de extraño, por lo expuesto, que resultara
clamorosamente elegido Presidente de la Asociación Nacional de Escritores y
Artistas. Dos profesiones sacrificadas signaron su vida fecunda: maestro
primario y escritor.
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