jueves, 3 de marzo de 2016

EL MANGO Y LA DIABETES

El mango es una fruta muy apreciada en el todo el mundo y algunos podrían afirmar que es la fruta mas consumida en el orbe. Alcanzar este estatus, sin embargo, no le ha sido fácil al mango y le ha tomado miles de años. El mango es originario del Sur de Asia donde por su sabor dulce y delicado fue cultivado por muchos años hasta que en el siglo 4thA.C. se propagó hasta el Este de Asia y posteriormente fue incorporado en el comercio y transportado a todo el mundo.  En el siglo 10, los mercaderes persas lo introdujeron en el Este de África y en el siglo 16 fue traído a America Latina, principalmente a México y Brasil de donde rápidamente se extendió a otros países de la región con áreas tropicales y subtropicales que cuentan con un clima ideal para el cultivo del mango.
El mango tiene un contenido relativamente alto en azúcares naturales por lo cual muchos dudan si es una fruta recomendable para las personas con diabetes. Muchos médicos recomiendan su consumo con moderación y algunos expertos sugieren que una ración para personas con diabetes no debe superar los 120 g, a pesar de que es una fruta que tiene un índice glicémico bajo. Es oportuno recordar que el Índice Glicémico (IG) es una medida de la elevación de la glucosa en sangre luego de la ingestión de un alimento que contiene carbohidratos. En el caso del mango, el consumir una cantidad EXAGERADA puede resultar en un pico de glucosa en sangre por un periodo prolongado y desencadenar los peores síntomas de la diabetes. Los efectos que un consumo exagerado de mango puede desencadenar en el cuerpo son similares en los dos tipos de diabetes (I o 2) por lo cual, los riesgos asociados con su consumo deben ser sopesados por su medico.
Si el mango es consumido en cantidades apropiadas, los beneficios son enormes por sus contenidos en fibra dietética, vitaminas A y C, y en compuestos fenólicos que tienen diversos efectos beneficiosos para la salud. Estos compuestos, denominados también polifenoles, pueden ser moléculas grandes o pequeñas; estas ultimas son absorbidas y pasan directamente a la sangre mientras que las mas grandes son metabolizadas en el intestino. Los polifenoles tienen propiedades anticancerígenas y se encuentran en mayor cantidad en los mangos maduros.
Por otra parte, se ha señalado que consumir mangos disminuye la acumulación de grasa corporal ya que reduce la secreción de la hormona Leptina, producida por el tejido adiposo, que estimula la síntesis de grasa. Al disminuir la acción de la Leptina, el mango favorece la perdida de grasa y reduce los niveles de glucosa y colesterol sanguíneo. Se ha observado que dietas que contienen 1% de mango reducen la glucosa en sangre en una proporción superior a dietas que contienen el fármaco rosiglitazona.
El mango puede ser preparado y consumido en diferentes formas; en batidos o jugos; además de ser deliciosos, ayudan a mejorar la circulación sanguínea. También se puede preparar una infusión, hirviendo 3 o 4 hojas de mango y tomar varias veces al día o se pueden dejar las hojas remojando durante la noche y beber el agua colada. El efecto sobre la glucosa en sangre es similar si se consume la fruta o si se toma la infusión. Una taza o porción de mango maduro contiene 107 calorías; 0,45 g de grasa; 28,1 g de carbohidratos y 0,84 g de proteína. Finalmente, les sugerimos el consumo moderado de esta fruta y ante cualquier duda, no vacile en consultar a su medico. SI PUEDES CONSUMIR MANGO, tomando en cuenta el concepto clave de lo que es UNA PORCION. De esta manera podrás obtener sus beneficios y de su delicioso sabor.


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