La ayahuasca,
medicina que usan los pueblos ancestrales de la amazonia ucayalina, se ha
convertido en un producto comercial en Argentina, desatando una polémica. En
los últimos años la ayahuasca se ha ganado la reputación de ser una de las
sustancias psicodélicas más potentes del mundo, capaz de brindar experiencias
de transformación y sanación. La
consistencia, efectividad y confiabilidad con la que este compuesto provee este
tipo de experiencias ha hecho que diversos académicos consideren estudiar la
ayahuasca –en el frente de un renacimiento de la medicina
psicodélica–Celebridades como Sting, Lindsay Lohan o la hermana del primer
ministro de Francia (por citar algunas) se deshacen en elogios a favor del
yagé. La popularidad de la ayahuasca se convirtió en una oportunidad de
negocio. El argentino Alberto José Valera se encuentra comercializando la
ayahuasca, pese a que la comunidad cofán, en el sur de Colombia, lo ha
denunciado por desacralizar y descontextualizar su práctica milenaria. Valera
es el dueño de Ayahuasca Internacional, una empresa constituida en España, que
ofrece tours de 150 euros por día que duran 1 semana en la Amazonia colombiana.
También organiza sesiones de ayahuasca en diferentes países del mundo, con una
afluencia de 4 mil personas al año, según lo cuenta el mismo. Su empresa dice
ser la red mundial más grande de “ayahuasqueros”, con filiales en diferentes
países y amenaza con convertirse en una red multinacional de agresivas
estrategias de mercado con mensajes teológicos, del César y de Dios.
Varela sostiene tener permiso de una autoridad entre los indígenas cofán, mismos que lo acusan de falsificar los documentos. Autoridades de esta comunidad y académicos se han unido para redactar un comunicado en el que se denuncia la usurpación de Varela. Anteriormente, Varela tuvo que cumplir una condena de 14 meses por posesión de 40 kg de una de las plantas que contienen DMT, que es usada en la preparación de la ayahuasca. El caso ha generado una discusión airada entre la comunidad psicodélica, la mayoría de los involucrados condenando la visión enteógeno-capitalista de Varela. El argentino argumenta que en su organización “no queremos crear chamanes, sólo queremos curarnos” y enfatiza que “la ayahuasca no les pertenece a ellos [a los cofán], es de toda la humanidad”.
Varela sostiene tener permiso de una autoridad entre los indígenas cofán, mismos que lo acusan de falsificar los documentos. Autoridades de esta comunidad y académicos se han unido para redactar un comunicado en el que se denuncia la usurpación de Varela. Anteriormente, Varela tuvo que cumplir una condena de 14 meses por posesión de 40 kg de una de las plantas que contienen DMT, que es usada en la preparación de la ayahuasca. El caso ha generado una discusión airada entre la comunidad psicodélica, la mayoría de los involucrados condenando la visión enteógeno-capitalista de Varela. El argentino argumenta que en su organización “no queremos crear chamanes, sólo queremos curarnos” y enfatiza que “la ayahuasca no les pertenece a ellos [a los cofán], es de toda la humanidad”.
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