Dos millones de peruanos fueron incorporados a la economía legal
tras dejar el cultivo de la hoja de coca durante el actual gobierno, informó
hoy el jefe de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas
(Devida), Alberto Otárola.
Según dijo, ello ha sido posible a través del asociacionismo y
la inversión en desarrollo alternativo, que en el caso de Devida, en los
últimos cinco años, ascendió a S/ 1 000 millones, cuatro veces más que los dos
anteriores gobiernos juntos.
Remarcó que el desarrollo alternativo integral sostenible,
reconocido por las Naciones Unidas, ha permitido generar más de US$ 250
millones de exportación por conceptos de café y cacao provenientes de antiguas
zonas cocaleras.
Estos avances, dijo, se dan en paralelo a las tareas de
erradicación de hoja de coca ilegal, que al final del gobierno se estima
sumarán más de 109 000 hectáreas de terrenos arrebatados al narcotráfico y
entregados al desarrollo.
“Hemos hecho nuestra tarea, el Perú tiene ahora cerca de 40 %
menos de superficie cocalera”, sostuvo Otárola en diálogo con TV Perú.
Según adelantó, el 1 de junio Naciones Unidas dará cuenta del
nuevo informe sobre la reducción del espacio cocalero en el Perú en 2015,
considerando que el reporte para el 2014 señalaba la existencia de 42,900
hectáreas.
“El año pasado hubo un récord impresionante que fue 35 000
hectáreas erradicadas, lo que va a significar una reducción del espacio
cocalero de estas 42 900. Naciones Unidas nos dirá a cuánto asciende el nuevo
hectareaje, que estoy seguro significará un logro importante para el Perú”,
manifestó Otárola.
Vraem
Por otro lado, afirmó que el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y
Mantaro (Vraem) se encuentra listo para ser pacificado luego de los golpes
importantes que se han dado a los remanentes de la subversión narcoterrorista y
la inversión en desarrollo.
“Hoy el Vraem es una zona que está lista para ser pacificada. El
gobierno ha dado importantes golpes a la subversión de los remantes
narcoterroristas, ha llevado masivamente al estado con más de 7 500 millones en
desarrollo invertido”, señaló.
Dijo, en ese sentido, que podría seguir el mismo camino de la
pacificación en el Alto Huallaga y el Monzón, específicamente, donde antes no
se podía transitar por las tranqueras del narcotráfico pero cuyo actual estado
permite verlo como futura despensa de Lima por su producción legal de cultivos.
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