viernes, 12 de mayo de 2017

ROGER RUMRRILL : LA AMAZONIA DEBERIA SER DECLARADA EN EMERGENCIA

Fue la advertencia y a la vez un llamado a la acción del especialista. Denunció que regiones selváticas no apuntan a ser sostenibles y, por el contrario, alientan el narcotráfico, la tala ilegal, el desempleo y la corrupción. Si espacios como el FOSPA quieren estar a la altura de la problemática amazónica deben monitorearse estrictamente los acuerdos y trasladarlos a la sociedad civil.
Duras advertencias sobre la Amazonía, su situacióon actual y lo que podría estar por venir, lanzó el periodista y experto en temas amazónicos, Roger Rumrrill.
En el marco del último Fospa 2017 realizado en Tarapoto, el conocedor y protagonista de la realidad amazónica, denunció los desaciertos en torno a las regiones selváticas en las últimas décadas que las han llevado a una crisis con miras a agravarse.
Según advierte, en un contexto nacional e internacional que prioriza lo monetario a los sotenible, y donde sus principales actores no han estado a la altura, aún queda una salida: la sociedad civil.
—¿Cuál es la situación de la Amazonía en la actualidad?
Yo creo que la situación de la Amazonía hoy está en mayor riesgo que nunca. Lo que crece en la Amazonía son tres cosas: la pobreza, la población y la erosión de los ecosistemas. No veo otros indicadores que crecen. No crece el desarrollo, no crece la inversión, no crece el tejido social. Creo que los dos problemas más graves son la erosión de los ecosistemas y la pobreza. Pienso que la Amazonía debería ser declarada en emergencia por el tema ambiental.
—¿Y cómo se evidencia esta situación en las regiones amazónicas?
De las cinco regiones amazónicas: Amazonas, Ucayali, Loreto, San Martín y Madre de Dios, la región que está en un colapso social y económico es Loreto, que ha dependido de la renta petrolera.
—¿De qué manera la economía del petróleo ha impactado a dicha región?
La renta petrolera provocó la ilusión del desarrollo y la prosperidad y esa renta se ha hecho humo con la caída del precio del petróleo. Loreto recibía un promedio de 500 millones de soles anuales cuando el petróleo estaba a 115 dólares el barril. Luego de la caída del precio del barril a 30 o 40 dólares virtualmente el canon desapareció y ha habido dos meses que Loreto no ha recibido canon.
El resultado de eso es una crisis social y política muy grande. En los últimos tres años se han perdido 80 mil plazas de trabajo porque la renta petrolera, la renta del canon aporta el 60 por ciento de la inversión en Loreto. Hay un crecimiento del narcotráfico, la pobreza, la prostitución, a tal punto que los tres negocios más importantes que hay en Iquitos son narcotráfico, remate de bienes  y los juegos de azar como expresión de esta crisis. Ha habido una imprevisión absoluta porque con la renta petrolera hubieran podido diversificar la economía y la producción.
—¿Qué hay de las otras regiones amazónicas que mencionó?
Amazonas tiene problemas de inversión, de Salud, ahí la tasa de crecimiento del SIDA ha alcanzado niveles exponenciales muy graves a parte de otros problemas como falta de inversión del Estado y corrupción.
En el caso de Madre de Dios ya sabemos cuál es el problema: la minería ilegal y sus impactos en el bosque, en las aguas, a tal punto que en Madre de Dios ya no se puede comer pescado porque ya todo está contaminado por azufre.
—¿Cómo describiría el caso de Ucayali?
En Ucayali hay un problema, ha bajado la renta forestal y el tema agrario está casi paralizado.
Ucayali empieza a ser el epicentro del narcotráfico en la Amazonía. No hay ninguna ciudad que crezca urbanísticamente como Ucayali producto del narcotráfico y lavado de activos. Tengo la impresión de que en el próximo quinquenio el nuevo epicentro del narcotráfico en el Perú, en la Amazonia, va a ser Ucayali.
El mapa está cambiando,  en los noventas la economía de la coca estaba centrada en Tocache, en el Huallaga central, luego se trasladó en el año 2000 al VRAEM y ahora hay un traslado del mapa hacia Ucayali.
—¿Qué tiene que decir de San Martín?
La única región que tiene una economía más o menos estable es San Martín. La razón es básicamente por un lado el crecimiento, la diversificación productiva. Hay producción de café, de cacao, pan llevar, culinaria, turismo, y a eso se agrega un buena conectividad, una menor tasa de corrupción, un tejido social más sólido; y por otro lado un proceso cultural de identidad muy fuerte en el caso de San Martín.
—¿Cree que este FOSPA ha estado a la altura de los problemas de la Amazonía o ha habido limitaciones?
Creo que para estar a la altura de las crisis amazónicas lo que tiene que hacerse para cubrir las debilidades organizativas y de otros aspectos es formarse una comisión ejecutiva que haga un seguimiento estricto de monitoreo de los acuerdos. Que esa comisión haga llevar estas propuestas, estos pronunciamientos a los gobiernos para que ellos sepan de qué se trata  pero el paso más importante además de eso debe ser que esta comisión haga una socialización de las propuestas a nivel de la sociedad civil.
Por parte de los gobiernos —teniendo en cuenta los gobiernos neoliberales de ahora— es casi una utopía pensar que van a tomar decisiones a favor de las propuestas si no reciben la presión social, y porque estamos en un escenario sumamente crítico.
—¿Y en un contexto internacional, cuál es el rumbo que podría tomar la Amazonía?
Hace unos 20 años Brasil era el punto de referencia, el contrapeso más importante a la hegemonía norteamericana y a la inversión de las multinacionales en la COICA amazónica. Para Estados Unidos la derrota del PT y de Lula representa el mayor triunfo geopolítico de la última década.
No solamente ha quebrado los BRICS, que era un contrapeso geopolítico a Estados Unidos y a su aliado Europa, sino que con la caída del PT y de Lula hoy en día la Amazonía tiene la puerta abierta a la hegemonía norteamericana porque ese contrapeso ya no existe.
—¿Fue Brasil un buen referente de sostenibilidad?
Si bien Brasil no representaba una tendencia sostenible sobre su Amazonía, porque recordarás, cuando Lula asumió el poder, la ministra del ambiente era Marina Silva, una ministra ambientalista que luego tuvo que renunciar por la presión de las multinacionales.
Entonces en Brasil, en el periodo del gobierno del PT no ha sido un referente bueno de propuestas sostenibles, pero ha sido un referente geopolítico porque con Lula y el PTE en el gobierno geopolíticamente Estados Unidos estaba impedido de ingresar. Hoy en día después de la caída de Lula el contrapeso ya no existe y la Amazonía es una puerta abierta a los intereses geopolíticos internacionales.
—¿Qué rol puede jugar la sociedad civil?
Hoy en día la presión y la fortaleza de la sociedad civil tiene que ser mucho más fuerte porque la puerta está abierta para el ingreso de las multinacionales, y esa puerta ha sido abierta por la caída de Lula y aceitada por las políticas neoliberales de Humala y de PPK.


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