Es el mes de agosto y es una fiebre de
chacras. Hay bosque derribados por doquier. Estos bosques derribados por
supuesto que no son primarios en la gran mayoría de los casos. Son bosques que
ya fueron intervenidos en varias oportunidades. Bosques que emergen de la
tierra infértil, terrenos que han perdido la capa de suelo agrícola. Por esa
razón las copas arbustivas lucen pálidas, amarillentas, carentes de lozanía, de
viveza. Sin embargo, ante la inexistencia de bosques vírgenes, porque ellos
habitaban estas tierras de generación en generación, ahora siquiera estos
bosques secundarios, en algo podrían servir para paliar las álgidas necesidades
de los campesinos. ¿Pero, quiénes devastaron aquellos exuberantes bosques
vírgenes naturales? Quienes pues. Nadie dice nada. Todos saben y todos callan.
Claro, la tierra es de todos, entonces la tierra no es de nadie ¿Qué se ha
hecho con los suelos de aquellos hermosos bosques vírgenes? Se ha sembrado maíz
y coca. ¿Alguien hizo dinero y vivió con solvencia económica con el cultivo del
maíz? Políticas erróneas provenientes del Gobierno Nacional han fomentado la
siembra de maíz. Y las miles y miles de hectáreas se hicieron en bosques
vírgenes; es más, con apoyo crediticio. Las miles de toneladas de maíz se
entregaban a una entidad gubernamental, cuyo pago por la venta del maíz se
hacía luego de meses de larga espera.
¿La coca? La coca se sembraba en las partes
altas, en las cabeceras de las fuentes de agua; es decir, en las cabeceras de los
riachuelos, de las quebradas, de los ríos y de las lagunas naturales ¿Por qué
allí, si son tierras de protección? Para no ser vistos con facilidad por las
fuerzas policiales. Para convertir la sagrada hoja de coca en pasta básica de
cocaína en el silencio de las montañas lejanas.
Estas superficies de maizales y de cocales,
muchas han sido convertidas en shapumbales, en cashucshales, en purmas bajas. Ahora,
a éstas purmas bajas las están haciendo chacras; y, dentro de algunas horas o
días, se quemarán, convirtiendo la región en desierto infernal.
¿Por qué no se para de una vez la actividad
de hacer chacras bajo esta modalidad? Es que son tierras sin control. “El
propietario o posesionario es dueño del terreno y puede hacer lo que quiere con
él” ¿No importa que deforeste las orillas de las fuentes de agua? ¿No importa
que haga su chacra en áreas empinadas que son de protección? “No importa; pues
el dueño es dueño y nadie tiene la autoridad de decirle algo” ¿Acaso no hay
alguien en la región que le diga algo sobre el particular? No, no hay nadie;
pues, estas tierras son sin control de nadie. ¿Hasta cuando se ordenará esta
situación? Hasta cuando haya autoridades que realmente piensen y sientan por su
región.
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