martes, 26 de agosto de 2008

LA SELVA


Configuran la Selva Peruana dos grandes zonas:
LA SELVA ALTA: Tiene cadena de montañas, mesetas, colinas, valles cubiertos de vegetación. Algo de Sierra hay aún en la Selva Alta, sus boscosas montañas envueltas en delgadas nieblas y con las cumbres estremecidas por un ligero viento frío. Los ríos que nacen de la Cordillera se precipitan turbulentos por entre rocas y piedras hacia el Oriente, cuando en una frágil canoa o balsa se vencen los riesgosos rápidos y pongos de esos ríos bravos, cuando se contemplan sus cerros de sal, cuando se descubren parajes de origen volcánico y fuentes termales bajo la floresta, yacimientos de petróleo, minas de oro, plomo, hierro, cal, azufre, alumbre, yeso, cuando se observan sus pueblos de superficie desigual rodeados de cerros, colinas y lomas.

LA SELVA BAJA: Es ya la llanura amazónica, sin rocas ni piedras, los terrenos están casi al nivel de los ríos, los bosques son mas uniformes y densos, los ríos son más anchos, hondos y voluminosos, tierra de sol ardiente y con hermosas islas, pedazos de bosques recortados por los ríos, sol árboles y aguas conforman la selva baja. El clima es cálido y húmedo, con mayor intensidad en la selva baja. Llueve de un momento a otro tempestuosamente. Los meses de fuerte sol son Julio y Agosto. Los vientos fríos es en el mes de Junio, los llamados fríos de San Juan o San Juan Huayra. Las lloclladas terribles, crecidas de los ríos son frecuentes, éstos aumentan de caudal, se desbordan y arrasan bosques, chacras y poblados. Inundaciones que alcanzan su más tremenda fuerza en la selva baja, dando una nueva fisonomía al paisaje con tahuampas y restingas, tierras bajas y anegadas, y éstas, terrenos un tanto elevados que escapan a la inundación donde se refugian animales diversos, aves, cuadrúpedos, monos, reptiles y hombres.
El poderoso río Amazonas continua creciendo con alternadas tempestades en su cielo, levantando al pueblo de Belén en Iquitos, que para esto, tiene los pisos de palos de balsa. De igual modo las casas de las riberas de los ríos están afincadas con los pisos a prudente altura mediante sólidos horcones de troncos de árboles y el tránsito se realiza en canoas a remo o motor.
La Selva Alta y Baja tienen diferencias. Las boas, anacondas y los caimanes viven sobre todo en los ríos y lagos de la selva baja, así como las tortugas charapas y el paiche. La selva alta es más favorable para la agricultura y la cría de ganado por la calidad de sus terrenos.
Los habitantes de las ciudades y pueblos de la región son mestizos, éstos comenzaron a dominar la tierra bravía con el machete, el hacha, la carabina y el remo. El pueblo mestizo habla un castellano entreverado de regionalismos y vocablos quechuas y de uno que otro procedente de dialectos de los indios selváticos.


FUENTES DEL AMOR EN LA SELVA

La Selva es un mundo de belleza agreste, de poesía, de leyenda. Claro, que tiene algo de Infierno Verde, pero el hombre va finalmente imponiendo su poder sobre ella, sobre sus ríos y lagos bravos y misteriosos. Con el machete, la escopeta, la balsa, la canoa, el remo y su férrea voluntad la va dominando poco a poco.

La Selva es el enmarañado abismo de su verdor que atesora una serie de árboles como la balata, el caucho que lloró lágrimas de oro en una época aunque breve, pero inolvidable, un sinnúmero de árboles de valiosa madera, desde la caoba al palo de rosa, variedad infinita de palmeras, profusión asombrosa de flores, entre las que se hallan las orquídeas, árboles frutales de toda especie, mariposas y aves con todos los colores del arco iris, tortugas, monos, serpientes, hormigas, tigres, en sus ríos y lagos: caimanes, peces gigantes como el zúngaro y el paiche, las feroces pirañas, los maravillosos peces ornamentales, oro en las montañas de la selva alta y petróleo en las playas de la selva baja o sea una tierra de realidad y fábula, de sombra y luz.
Las mujeres poseen una gracia particular, son espigadas, de piel quemada por el sol tropical, vivaces, alegres, francas, plenas de bondad y ternura. Tienen de palmera, de orquídea, de canela, de mariposa, de tigresa, de paloma o sea llevan en sí toda la fascinación de la SELVA. Como sus boas de ojos hipnotizantes, la selva atrae a los hombres de diferentes lugares del planeta y generalmente quien llega a la selva se queda pasara siempre en ella aprisionado, pusangueado por su magia irresistible.
No hay pueblo o ciudad de la Amazonía que no tenga pues su fuente encantada, para embrujos de amor.

Carlos Velásquez Sànchez

No hay comentarios: