Cuando un grupo de “chapaneros”
o cazadores, se internaron en los espesos bosques de la localidad de Papaplaya,
en la zona del Bajo Huallaga, jamás se imaginaron encontrar a una tortuga,
conocida comúnmente con el nombre de “motelo”, pero de dimensiones realmente
gigantescas. Este “motelo” que según el testimonio de los chapaneros que la
hallaron, medía más de un metro de altura, y era capaz de sostener hasta dos
personas sobre su grueso caparazón, fue llevado hasta el pueblo, donde la madre
de quien encabezaba a este grupo de cazadores, propuso sacrificarla y cocinar
su carne para dar de comer a todos. Sin embargo, presagiando que se trataba de
una especie “única” por sus grandes dimensiones, decidieron dar aviso a
personal de salud de la ciudad de Yurimaguas, quienes llegaron hasta el lugar,
y tras efectuar una negociación con los chapaneros, logró trasladar a la
tortuga, hasta Alto Amazonas, donde probablemente hoy se encuentre en un centro
de conservación. El motelo, es una tortuga que usualmente no sobrepasa los 50
cm de longitud, su caparazón es alargado y compacto. Es de hábitos terrestres y
el agua le sirve para refrescarse. Se alimenta de frutas, vegetales y carne en
descomposición. Pueden vivir en pequeños grupos siempre cerca de fuentes de
agua, y normalmente ponen de 25 a 40 huevos, 3 o 4 veces al año. Es una especie
protegida, pero que tiene una alta demanda en el mercado ilegal, ya sea para
ser utilizada como mascota, así como también para la preparación de exóticos
platillos, por el sabor de su carne y huevos. Además su caparazón es usado para
fabricación de artesanías.
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