viernes, 10 de octubre de 2008

HISTORIAS DE NUESTRA SELVA AMAZONICA


EXPEDICION ESPAÑOLA EN BUSCA DE EL DORADO

Entre Febrero y Marzo de 1,559 partió de Lima para la Selva la primera expedición debidamente equipada en busca de El Dorado. La autorización la dio el Marqués de Cañete, Virrey del Perú.
Varias legiones de indios reclutas y 400 españoles al mando del Gral. Pedro de Ursùa y Ortùn de Velasco, distinguido militar por su talento y valor. La expedición pasó por Trujillo y Huamachuco llegando a Moyabamba. Continuó su marcha por la margen derecha del rìo Mayo, desviándose luego hacia el poblado de Santa Cruz de Saposoa (hoy Distrito de Tingo de Saposoa), situado sobre las márgenes del río Saposoa a 200 mts. del río Huallaga. Bajó en balsa por este río y acampó algunas semanas frente a las salinas de Pilluana, luego marchó a la Provincia de las Misiones para encontrar el río Moyabamba, por lo cual se proponía entrar en el Marañòn y luego en el Amazonas.
Ursúa, tenía entre sus oficiales a Fernando de Guzmán, joven que acababa de llegar de España y a Lope de Aguirre, de baja estatura y de feo semblante, a quienes Ursúa los había hecho Alfereces.
Estos dos aventureros se dejaron llevar a un mismo tiempo de una pasión desordenada por la mujer de su General. La ambición del poder junto con el deseo pasional les llevaron a asesinar al Gral. Ursùa, el 01 de Enero de 1,561 al comenzar la navegación por el río Grande del Amazonas.
Después de una acción tan horrenda, algunos traidores eligieron a Guzmán por Jefe y le dieron el título de Rey, su vanidad le cegó maltratando a su gente pero éstos le mataron al instante y le sucedió Lope de Aguirre, que fue un tirano y tan sangriento con sus hombres. En el estrecho que forman el río Huallaga, a su paso por el ramal de la cordillera Oriental Lope de Aguirre, escribo con sangre humana las palabras “AGUIRRE V.S.”, que según él decía “Aguirre Virrey”, las escribió en roca viva y con letras legibles que todos lo podían leer. El paso de los siglos se encargó de borrar esta inscripción. Hoy no existe.
En la cumbre de este ramal llamado por los naturales Cerro de Huamanhuasi que en quechua significa “Casa del Aguila”, allí tenía su nido una ave de rapiña que se alimentaba haciendo presa a las gentes que bajaban en balsa por ese sitio.

Lope de Aguirre, al saber esto, alistó una balsa en Tingo de Sapo, hizo una trinchera con bolsas de arena y puso en medio de ellas a su hija Isabel y a su cuidadora, y bajó al Huallaga con 06 valientes hombres con las espadas listas. Como de costumbre, el águila bajó para comerse al atrevido aventurero, más Lope de Aguirre se enfrentó al águila y la mató, le quitó la cabeza y las garras y las guardó como trofeos de victoria.
Meses después, derrotado y abandonado, Lope de Aguirre terminó sus fechorìas, matando a su propia hija: “Hija mía” le dijo: Es necesario que yo te dé la muerte. No quiero que vivas para ser esclava de mis enemigos y para oírte nombrar, hija de un tirano y de un traidor. Muere en manos de tu padre”.
Aguirre toma la posición de tirador y le dispara. El tiro no es mortal, entonces avanza y clava el cuchillo en el pecho de su hija. Isabel agoniza y muere.

Días después Aguirre es apresado por el Maestre de Campo Diego García Paredes, la sentencia de muerte ha sido terminante: Muerto y descuartizado, su casa arrasada hasta los cimientos y sembrada de sal para hacer el lugar estéril para siempre. En el Marañòn, Custodio Hernández, le cortó la cabeza y le descuartizó el tronco. Su cabeza se exhibió durante muchos años en un pueblo de Venezuela guardado en una jaula de hierro. La mano izquierda quedó en el pueblo de Valencia puesto en alto sobre un palo. La mano derecha la dio al pueblo de Mérida para ser colocada sobre la punta de una lanza.
Haciendo un resumen de lo cruel y sanguinario que fue Lope de Aguirre, en 155 días que duró su reinado, mató más de 100 españoles y otros tantos de indios. En sus manso han muerto Jefes y Oficiales, gobernadores, sacerdotes, alcaldes, mujeres y su propia hija. Virreyes y altas autoridades coloniales temblaron con las atrocidades de este monstruo: Lope de Aguirre. Con cólera y repugnancia la historia recuerda la muerte del Gral. Pedro de Ursùa y de su mujer doña Inés de Atienza. Ursùa fue el primer explorador de la parte baja del rió Mayo y de las tierras vírgenes que circundaban la ciudad de Saposoa, llamada Villa Vereda de Santa Cruz de Saposoa o Villa de Nuestra Señora del Carmen de Saposoa.


Carlos Velásquez Sánchez

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