Luis Ordoñez Sanchez
2-Feb-10
La propuesta es clara. La agricultura es la actividad principal que genera la economía y el desarrollo en San Martín. Pero, la agricultura debe ser sostenible necesariamente. La sostenibilidad está basada en tres ejes: ambiental, económico y social. Para garantizar este modelo, tiene que comenzarse por la unidad básica de la agricultura: la parcela. La agricultura regional debe estar PLANIFICADA desde la parcela. No es que el agricultor es “dueño” de la parcela y hace lo que quiere con ella. Los recursos de la parcela son del estado peruano: el suelo, el agua, las plantas, los animales silvestres, el oxígeno. Que hasta el momento no se toma en cuenta este criterio es otra cosa. Es que el Congreso de la República, los gobiernos nacional, regional y local, desconocen de este tema; o si es que saben, tratan asuntos superfluos, triviales.
Lo que corresponde hacer en San Martín es regularizar la situación de las parcelas existentes: definir el propietario y el uso real. No pueden existir pequeños territorios “liberados”. Con una firme decisión política nacional y regional tiene que identificarse todas las parcelas con sus respectivos propietarios. Con esta información base, se planifica el uso de cada parcela, en estrecha coordinación con el propietario, la política agraria regional y nacional, y el ecosistema. Ejemplo, Pedro dice “yo quiero sembrar Tunas”; en cambio, según el ecosistema (clima, suelo, altitud) la parcela no está en condiciones de producir Tuna; y, además, según la política regional y nacional, este producto no es prioritario por que no tiene mercado a donde vender. Por eso, la planificación agraria debe ser socializada necesariamente, no debe ser unilateral.
Hecha la regularización de las parcelas, tenemos una radiografía del uso actual de la agricultura en la región. Como la planificación se hizo en cada parcela, por ende, tenemos ya la planificación regional, acorde con la política agraria regional y nacional. Entonces, el propietario de la parcela ejecuta el plan agrario de su parcela, bajo la supervisión de la autoridad agraria regional.
Decimos que la parcela debe ser sostenible ambientalmente por que tiene necesariamente su faja marginal (bosque a orillas de las fuentes de agua) y su bosque familiar (30% de la superficie total). Económicamente, por que tiene una superficie para cultivos alimenticios; y otra superficie para cultivos agroindustriales. Socialmente, por que las parcelas conducidas de esta manera dan resultados económicos y las familias rurales socializan mejor en los caseríos y centros poblados de la región. Entonces, se puede decir que San Martín tiene una agricultura sostenible en el tiempo.
Esta propuesta no es un sueño, es una necesidad y el proyecto fue elaborado por la DRASAM (GORESAM) y ya tiene código SNIP.
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