El doctor Herbert Morote
nos regala la magnífica obra “Bolívar: Libertador y enemigo n° 1 del Perú”.
Claro, para el común de los peruanos, el título de la obra provoca reacción
natural, porque ¿Cómo puede el Libertador Simón Bolívar ser considerado enemigo
n° 1 del Perú, si es el libertador del yugo español? El contenido de la obra
desgrana de manera progresiva el real comportamiento del libertador.
El doctor Morote nos
indica primero que “Sin Bolívar el Perú no se hubiera independizado el año
1824”; sin embargo, también afirma la contraparte “Pero sin él, el Perú hubiera
sido más grande (En territorio) y fuerte”. “Sin Bolívar nuestra independencia
hubiera demorado unos años. Con Bolívar nuestras pérdidas fueron
irrecuperables. En solo quince meses Bolívar logró la victoria contundente que
puso fin a trescientos años de colonialismo. Pero, la premura por
independizarnos el año 1824 nos costó, entre muchas cosas, la pérdida de más de
la mitad del territorio nacional ¿Ha habido otro país latinoamericano que haya
pagado por su independencia más de un millón cien mil kilómetros cuadrados?
Bolívar no se contentó con despojarnos de Guayaquil y el Alto Perú (Bolivia),
también pretendió apoderarse de Jaén y Maynas, y regalar a Bolivia la costa
desde Tacna a Antofagasta”
Quien se despoja tan fácilmente
de un territorio que no es suyo, realmente es enemigo n° 1, porque da un
terreno que no le costó y no siente nada. La historia dice que Bolívar ya
pretendió entregar al gobierno británico (1815) “Las provincias de Panamá y
Nicaragua, para que forme de éstos países el centro del comercio del universo”.
Bolívar pretendió y consiguió ser “Presidente Vitalicio” del Perú, a fin de
hacer lo propio con Venezuela, Colombia y Bolivia y tener hegemonía sobre éstos
países. Tenía ambición de desplazar a San Martín como Libertador del Perú,
luego de sus triunfos en Venezuela y Colombia.
Pero, el pago por la
independencia del Perú fue mucho más que el desmembramiento del territorio.
Bolívar “Hizo atropello constante a la Constitución. Mancilló al parlamento. Traicionó
a la población indígena. Restauró la esclavitud. Dejó un mal ejemplo de
caudillaje militar”
“Desde la llegada de San
Martín, el ejército del virreinato español se defendía acorralado en las
inhóspitas cumbres de los andes. Argentina, Chile, Ecuador, Colombia y
Venezuela, no podían consolidar su independencia sin acabar con la amenaza del
ejército realista del Perú” “Durante 14 años los españoles habían defendido
exitosamente el virreinato del Perú; pero en 1824 habían perdido contacto con
España”
“Bolívar necesitada
primero pasar por Quito, que estaba en manos españolas. Para eso la mejor
manera de atacar ese baluarte colonial era desde Guayaquil y de paso apoderarse
de ese puerto prácticamente controlado por Perú desde tiempos muy remotos. Es
así como las tropas comandadas por Sucre llegaron en mayo de 1821 a Guayaquil
sin que San Martín se opusiera”. En la batalla de Pichincha, en el norte, se
derrota a los españoles; luego en la batalla de Ayacucho se liquida la
ocupación colonialista de los españoles”. Hombres de Venezuela, Ecuador,
Colombia, Argentina y Perú lucharon por la libertad del yugo español.
De aquí arranca otra historia. El libertador pretendía
ser Presidente vitalicio de todos estos países, con manejo de las economías sin
obligación de rendir cuentas a nadie, de disponer de un sucesor en la
presidencia a quien él quisiese, de designar en los cargos de los gobiernos a
las personas que estarían bajo sus órdenes. Sin embargo, la presión de los
pueblos, de estar trescientos años sin libertades, ha hecho que el vapor abra
la tapa de la olla a presión con violencia, “por eso Bolívar al morir no dejó
ni herederos ni herencia, solo burdos imitadores y caos”.
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