jueves, 12 de enero de 2012

ASESINOS ECOLÓGICOS

Luis Ordóñez

“¡Son verdaderos asesinos ecológicos!”, exclama el agricultor a un grupo de visitantes que aprecian el bosque natural que está en la faja marginal, o sea, en las orillas de la quebrada. A lo largo del sinuoso curso de la quebrada los visitantes observan el verdor espeso de los follajes arbóreos. Debajo de este manto verde, el suelo cubierto con hojarasca es húmedo y el ambiente fresco; situación contraria al pastizal adyacente, que emana un espeso aire caliente muy bien acompañado de un sol quemante del medio día. Los visitantes le bombardean de preguntas al agricultor: ¿Por qué no todos los agricultores respetan el bosque intangible de la faja marginal de la fuente de agua? ¿Por qué se hacen chacras hasta los filos de las orillas de los taludes sin respetar las fajas marginales? ¿Por qué se hacen chacras y deforestan en los ojos de agua?... El agricultor asume interiormente el manojo de interrogantes, como si los visitantes le estarían increpando. Mientras hablaban los visitantes, él pensaba que no estaba haciendo nada malo en el manejo de su parcela; pues, la faja marginal de la quebrada que discurre por su parcela está cubierta por bosque, porque esa fue la enseñanza que le dejaron sus padres y abuelitos. Es una enseñanza ancestral positiva. Que en el pastizal tiene manchas de árboles y fajas de bosques donde sombrean cómodamente los ganados. Tiene una superficie de bosque familiar intangible que data también desde los abuelos. En fin, él está actuando bien y no le causa mucha gracia que los visitantes, en el afán también de explosionar ante tanta deforestación en la micro cuenca, le hicieran tantas preguntas relacionadas a las malas prácticas de otros agricultores. Entonces, por esa razón, el agricultor reacciona tajantemente con esa expresión “¡Son verdaderos asesinos ecológicos!”.
- ¿Por qué esa aseveración amigo? – pregunta uno de los visitantes.
- Todos los agricultores conocemos los ojos de agua, los nacimientos de agua de los riachuelos, de las quebradas. Sin embargo, a pesar de conocer y saber la importancia, algunos de mis colegas agricultores, sin mediar alguna meditación o consulta, disponen desboscar libremente esas áreas, como si fueran los dueños absolutos de esos bosques.
- Ahhhhhh, por eso se molesta amigo – interrumpe otro visitante.
- Es que al desboscar el ojo de agua, los nacimientos y fajas marginales de las quebradas y riachuelos, estas fuentes de agua simplemente se secarán. Y ¿qué será de nosotros que vivimos en la parte baja de las quebradas y riachuelos? ¿Acaso no moriremos por falta de agua? Entonces, esas personas que hacen esos desbosques nos están matando de a pocos, por tanto son asesinos. No importa que las leyes digan o no sobre estos temas, lo cierto, es que estos colegas agricultores deben respetarnos siquiera un poquito a los agricultores que vivimos en las partes bajas de las quebradas y riachuelos y no desboscar estas partes vitales de la humanidad.
- ¿Y qué deben hacer las autoridades?
- Meterlos a la cárcel por lo menos tres años, solo así van a entender y nos respetarán a los demás agricultores de las partes bajas. Nosotros que estamos por estas partes bajas respetamos nuestras fajas marginales, mucho más ellos que están en las partes altas, deben tener mucho cuidado para desboscar. Lo peor, ni siquiera obedecen a las rondas campesinas. Por eso, no hay otro camino que encerrarlos.

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