RONDAS
CAMPESINAS CELEBRARON SU 36 ANIVERSARIO DE CREACION
Las Rondas Campesinas de la
Provincia de Huallaga, celebraron el pasado sábado su trigésimo sexto
Aniversario de su creación en el Perú, con diferentes actividades culturales y
una fiesta bailable en el Barrio Pro Puerto de esta ciudad.
El 29 de Diciembre de todos los
años, las Rondas Campesinas tuvo su origen en el Centro Poblado de
Cuyumalca-Provincia de Chota-Cajamarca, en la que en el año 1976 fecha
trascendental se marcó el origen y la fuerza de este movimiento campesino.
Los ronderos lucharon
permanentemente en diferentes escenarios, hasta que lograron la Ley de las
Rondas Campesinas N° 27908, que en su Artículo 1° dice:” Reconózcase
personalidad jurídica a las Rondas Campesinas como forma autónoma y democrática
de organización comunal, los derechos reconocidos a los pueblos indígenas,
comunidades campesinas y nativas, se aplican a las Rondas Campesinas en lo que
corresponda y favorezca”.
Y para orgullo de los chotanos y
cajamarquinos se establece el Día de las Rondas Campesinas, declarándose al
Caserío de Cuyumalca del Distrito y Provincia de Chota, Departamento de
Cajamarca, como cuna y patrimonio histórico de las Rondas Campesinas del Perú.
La celebración de este 36
Aniversario, se inició con un desfile y concentración de ronderos en la Plaza
Mayor, para luego participar en un desfile ante las autoridades e invitados a
esta celebración.
Culminado el desfile, los
ronderos participaron en un tradicional almuerzo, ceremonia protocolar y una
fiesta bailable de confraternidad en el Club “Oriental Sporting” del Barrio Pro
Puerto.
Al respecto, el Presidente de la
Central Única de Rondas Campesinas de Huallaga Juan José Lezama Tanta manifestó
a VOCES :” Las bases ronderiles están para servir a todos los pueblos de la
Provincia, ya que nuestra organización ha nacido por la necesidad de responder
con estrategias a nuestros principales enemigos que son la delincuencia y el
abigeato, para combatir a estos problemas es que nos hemos organizado para
defendernos” concluyo.
Carlos Velásquez Sánchez
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