sábado, 27 de marzo de 2010

CUANDO SE ACABARA LA SINVERGUENZERIA Y LA CRIOLLADA EN LA POLITICA

Estoy recordando las elecciones municipales pasadas, cuando escuchaba los comentarios de diferentes colegas. Y me he puesto a meditar las opiniones diversas en contra de mi excandidato.

Observaba silenciosamente como cambiaron algunos colegas de oposición ¿Asunto de conciencia o intereses personales?. No sé, porque de lobos instigadores pasaron a ser mansos quisichos, claro, eso se da en todas partes acusándose de yo no fui, sino el zutano, el mengano o el perencejo. Y esto, no son simples errores, sino defectos propios de nuestros días que vivimos.

Se debe encarar duramente a los opositores y comodines para que reaccionen de sus faltas, esa criollada para los favores, para ganar el puestito de trabajo, la licitación de una obra pública, los empresarios ”bambas”, el dinero para mantener a flote el negocio, todo está bien, siempre y cuando uno haya mostrado el cariño, el apoyo, la fé en la persona a ganar, o también del agradecimiento y la lealtad del candidato ganador a sus seguidores.
Es diferente la alegría para los que si han confiado ciegamente y apoyaron a su candidato, pero que pena para aquellos que han rajado de todo y que ahora se muestran como quisichos falderos trabajando en un puestito.

Es así como empezó la mendicidad desvergonzada de algunos opositores para ganarse el favor del candidato ganador, en cambio otros, esa gente que creyó en él quedaron defraudados y dicen que hoy será una autoridad más para el montón, o sea como dice una canción: Un fracaso más que importa. Tal vez, exagero con decir que algunos de estos opositores solo buscaron un puesto de trabajo o hacer negocio de una y otra forma como los famosos empresarios que se forman entre gallos y medianoche con el partido y candidato ganador.
Por eso, doy la razón a aquellos que apoyaron ciegamente, porque ellos tenían el derecho de gozar de todo el pan y no de sus migajas.

Es triste recordar todo esto, pero ya les falta poco y saldrán por la puerta falsa, por eso mi tía Justinita decía:
- Peor va a ser.
- Ashi está la cosha por acá, porque ya me llegaron al cuajo. Y termino diciendo: Cuando se acabará la sinvergüenzería y la criollada en nuestra Provincia de Huallaga.

Carlos Velásquez Sánchez

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