No hay parámetros para preparar un buen juane, aunque, la madre de todas las presentaciones es la que está hecha con arroz, huevo cocido y carne de gallina sazonados con ingredientes telúricos y magia selvática.
Se dice que su nombre está relacionado con San Juan Bautista y es un plato muy consumido durante la fiesta que se celebra en honor del santo a finales de junio. Cuenta la leyenda que este potaje lleva el nombre de Juane y la forma, porque trata de representar de esta manera con el envoltorio que lo recubre la cabeza decapitada de San Juan.
Más allá de la anécdota que simboliza el famoso juane, sin duda es uno de los platos más reconocidos en el Perú, y gracias al impulso de la gastronomía en el País, muchos especialistas se han preocupado por rescatar otras variedades en la preparación del Juane.
El juane no solo es un plato rico y nutritivo, es también diverso en presentación, nombre e ingredientes como arroz juane, a base de arroz y gallina; avispa juane con carne molida; nina juane con pollo tierno y huevos: chuchulli juane con menudencia de gallina y arroz; uchu juane con pescado menudo, huevo y ají y el sara juane preparado con maní, maíz y un pedazo de carne de cuy y carne de monte. Todas estas opciones de juane se distribuyen a lo largo de toda la Amazonía. Su variedad depende de la geografía, recursos, costumbres y tradiciones que la cocina selvática plantea.
Muchas regiones del Oriente peruano se atribuyen la partida de nacimiento del juane, pero, todo hace indicar que que Moyobamba sería el terruño donde cobró vida este simpático plato. Como parte del proceso migrante de costeños y serranos a la selva en busca de territorios para progresar, también se generó un espacio de fusión entre las diversas prácticas culinarias.
Es así, como mientras algunos aprenden a usar los recursos de la selva, otros adquieren destrezas y técnicas en la preparación y uso de los productos que la Amazonía ofrecía. En todo este mestizaje gastronómico aparece como pàrte de la creatividad la idea de moler la yuca cruda, sazonar y mezclar esta masa con los condimentos convenientes y en pequeñas porciones con pedazos de carne, hervido por unas tres horas, envuelto en hojas de plátano, aromáticas y de agradable sabor además de ser nativas del lugar. Fue así como en Moyobamba nace el primer Juane llamado inicialmente como “Huira Bijao”.
Tan fuerte es el posicionamiento del juane en el abanico de nuestros sabores que es imposible que algún otro plato pueda volarle la cabeza. Ese rico envuelto de arroz con gallina o con lo que se le ocurra, es el mejor tributo a un santo que de seguro perdería nuevamente la testa si alguna vez renaciera y probara tan suculento atado amazónico.
Carlos Velásquez Sánchez
Se dice que su nombre está relacionado con San Juan Bautista y es un plato muy consumido durante la fiesta que se celebra en honor del santo a finales de junio. Cuenta la leyenda que este potaje lleva el nombre de Juane y la forma, porque trata de representar de esta manera con el envoltorio que lo recubre la cabeza decapitada de San Juan.
Más allá de la anécdota que simboliza el famoso juane, sin duda es uno de los platos más reconocidos en el Perú, y gracias al impulso de la gastronomía en el País, muchos especialistas se han preocupado por rescatar otras variedades en la preparación del Juane.
El juane no solo es un plato rico y nutritivo, es también diverso en presentación, nombre e ingredientes como arroz juane, a base de arroz y gallina; avispa juane con carne molida; nina juane con pollo tierno y huevos: chuchulli juane con menudencia de gallina y arroz; uchu juane con pescado menudo, huevo y ají y el sara juane preparado con maní, maíz y un pedazo de carne de cuy y carne de monte. Todas estas opciones de juane se distribuyen a lo largo de toda la Amazonía. Su variedad depende de la geografía, recursos, costumbres y tradiciones que la cocina selvática plantea.
Muchas regiones del Oriente peruano se atribuyen la partida de nacimiento del juane, pero, todo hace indicar que que Moyobamba sería el terruño donde cobró vida este simpático plato. Como parte del proceso migrante de costeños y serranos a la selva en busca de territorios para progresar, también se generó un espacio de fusión entre las diversas prácticas culinarias.
Es así, como mientras algunos aprenden a usar los recursos de la selva, otros adquieren destrezas y técnicas en la preparación y uso de los productos que la Amazonía ofrecía. En todo este mestizaje gastronómico aparece como pàrte de la creatividad la idea de moler la yuca cruda, sazonar y mezclar esta masa con los condimentos convenientes y en pequeñas porciones con pedazos de carne, hervido por unas tres horas, envuelto en hojas de plátano, aromáticas y de agradable sabor además de ser nativas del lugar. Fue así como en Moyobamba nace el primer Juane llamado inicialmente como “Huira Bijao”.
Tan fuerte es el posicionamiento del juane en el abanico de nuestros sabores que es imposible que algún otro plato pueda volarle la cabeza. Ese rico envuelto de arroz con gallina o con lo que se le ocurra, es el mejor tributo a un santo que de seguro perdería nuevamente la testa si alguna vez renaciera y probara tan suculento atado amazónico.
Carlos Velásquez Sánchez
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