lunes, 30 de noviembre de 2009

Calle sin basura


Luis Ordóñez
23set09

La plaza de Moyobamba estaba atiborrada. Eran las diez de la mañana y los alumnos esperaban distraídos el momento del desfile frente al estrado oficial. Las autoridades estaban bien vestidas con saco y corbata. Los oradores se explayaban en el desarrollo de sus discursos. El sol arreciaba candente con sofocante calor. Los padres trotaban por detrás de los pequeños que inquietos esperaban el momento del desfile.

Los vendedores de juguetes y helados se mostraban contentos por la abundante venta. Un heladero, con la carretilla bien presentable atendía sin sosiego. Los consumidores de helados traían los envases a entregarle al vendedor o simplemente el consumidor mismo colocaba el envase en el recipiente estratégicamente colocado en un extremo de la carretilla. Pocas personas arrojaban el envase en la calle. En ese caso, el vendedor se prestaba con animosa agilidad a recoger el envase y colocar en el recipiente.
Seguía parado en la esquina de la plaza, ya la ceremonia dominical ha concluido. Pasa raudamente una combi de servicio interprovincial, el chofer arroja el envase de plástico de una gaseosa a la calle. Un pasajero arroja cáscara de frutas y otro el envase de golosinas.

En el mismo lugar tuve la ocasión de observar dos actitudes diferentes. Una que cuida el ornato y otra que considera que la calle es el basurero.

La calle es el lugar público por donde transitamos libremente todas las personas. Por tanto, la calle es de propiedad de cada uno, de cada persona. Significa que la persona debe asumir la responsabilidad de cuidarla. Por que si se arroja basura, significa que consideramos a la calle como un basurero. Por que si se arroja una cáscara de plátano en la calle, cualquier persona, hasta un familiar o uno mismo, puede pisar, resbalarse y caer.

Los restos orgánicos en el proceso de descomposición emanan olores nauseabundos que perjudican el ambiente de todos. Los restos contundentes como vidrios, latas, son amenazas permanentes de todos nosotros. Por tanto, propiciemos con entera responsabilidad una calle sin basura, por que es nuestra.

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