sábado, 7 de noviembre de 2009

El uso positivo de la basura por los agricultores - Luis Ordóñez


Visité Saposoa en este octubre 2009 y conversé con el agricultor Pereyra. Tiene 3,5 has de cacao en producción, a solo 500 metros de la ciudad. Tiene un rendimiento promedio de 1800 kilos por hectárea - año. Pero, si el rendimiento promedio en la región San Martín es de 800 kilos por hectárea - año. ¿Y qué haces para obtener ese rendimiento?, es la pregunta fija. “Abono pues”, fue la respuesta directa. Luego de una serie de interrogantes, Pereyra relata las principales actividades que realiza para obtener estos resultados.
Vamos por partes. Pereyra es técnico agrario. Las plantas están distanciadas de tres por tres metros, es decir con una densidad de 1111 plantas injertadas por hectárea. La plantación está sobre terreno aluvial, que por sí, es una ventaja. En cambio, el sobre uso histórico del suelo ha permitido la proliferación de abundante cashucsha (gramínea), que es una desventaja.
Pereyra mantiene la parcela con sombras de plátano de manera temporal y guabas en forma permanente. Ah, las plantas de caoba y cedro ya tienen de dos a tres metros de altura. No se ve incompatibilidad entre estas especies en un mismo terreno. El kudzu (leguminosa) desplaza a la cashucsha y no permite la proliferación de la monilia (principal enfermedad del cacao).
La cercanía de la parcela facilita a Pereyra trasladar a diario los residuos orgánicos de la cocina. Los esparce en las calles que conforman las plantas. Estos restos se mezclan con las hojas secas caídas del cacao y de las especies forestales. La descomposición gradual de estos restos orgánicos mejora y abona el suelo de la parcela, que redunda en el buen rendimiento de las plantas de cacao.
Los trabajadores de baja policía de la Municipalidad de Saposoa no salen de su asombro al recoger basura domiciliaria en ridícula cantidad ¿tal vez no comen ustedes?, preguntan. La señora selecciona: los residuos orgánicos en una bolsa. Los restos inorgánicos (vidrios, latas, bolsas, fierros) en otro envase. La baja policía solo lleva los restos inorgánicos. Una práctica a imitar.
Fuente: Diario Voces

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