Desde hace muchos años atrás, las etnias nativas de nuestro querido Perú vienen levantando sus voces en defensa de sus tierras, ríos, lagos, puquios y montañas, lugares donde viven como sus ancestros, entonces, algunas personas e Instituciones les comprenden y apoyan, en cambio, otros los critican y hasta condenan.
Para nuestros hermanos nativos la Comunidad es su “madre”, por eso la defienden hasta con sus vidas y dentro de su Comunidad los nativos saben diferenciar la propiedad común de la propiedad personal. Las grandes autoridades que están en el poder y que viven cómodamente en sus oficinas en la capital hacen poco por informarse de la realidad de las zonas rurales de la Sierra y la Selva donde hay muchos recursos naturales.
Y aquí, estas autoridades ambiciosas y fascinados por las ofertas económicas de las Empresas Extranjeras firman los contratos para la exploración y explotación de nuestras riquezas, sin antes haber dialogado ni informado bien a los nativos del lugar. Pero, cuando los nativos protestan les responden insultando de salvajes, incivilizados, indios y de segunda categoría y para callarlos y darles ”manchari” envían policías y militares armados. Sin embargo hay pueblos que resisten y defienden hasta con su vida lo suyo.
Los nativos viven según su clima, según sus creencias y según su realidad histórico-cultural.
Viven como amazónicos, como andinos, como peruanos, viven según su realidad y por eso se merecen el respeto.
La llegada de las Empresas explotadoras de las riquezas naturales no significa la llegada de la civilización como les quieren hacer creer.
Las Comunidades protestan porque los beneficios de la explotación de las riquezas de sus territorios se van a la Capital y no vuelven para el desarrollo local.
Cuando los nativos amazónicos de Bagua rechazaron el contrato que el Gobierno había firmado con las Compañías extranjeras y pidieron la reconsideración, las autoridades respondieron con soberbia, con amenazas e insultos en vez de promover el diálogo.
Aquí el Gobierno debe dialogar y formar una Comisión donde deben estar presentes el Ministerio de la Mujer, porque el asunto indígena y de los discapacitados están dentro de dicho Ministerio, el Ministerio de Agricultura porque el área donde hay gas y petróleo es zona agrícola , el Ministerio de Energía y Minas, el Ministerio del Medio Ambiente y el Ministerio del Interior.
Y los nativos ante esta importante Comisión deben estar también representados por sus líderes no denunciados ni perseguidos con la compañía de la Iglesia Católica y de Organismos Internacionales de Defensa de los Derechos de los Indígenas.
A ver que sucederá, y digo cuando la Selva del Amazonas ya no tenga defensores y que Dios no lo permita, los negociantes se repartirán la Selva y se convertirá en tierra árida y la Tierra habrá perdido el oxígeno vital ,y aquí los muy listos Empresarios aprovecharán para vender el oxígeno a los que puedan pagar y allí amigos PEOR VA A SER.
Carlos Velásquez Sánchez
Para nuestros hermanos nativos la Comunidad es su “madre”, por eso la defienden hasta con sus vidas y dentro de su Comunidad los nativos saben diferenciar la propiedad común de la propiedad personal. Las grandes autoridades que están en el poder y que viven cómodamente en sus oficinas en la capital hacen poco por informarse de la realidad de las zonas rurales de la Sierra y la Selva donde hay muchos recursos naturales.
Y aquí, estas autoridades ambiciosas y fascinados por las ofertas económicas de las Empresas Extranjeras firman los contratos para la exploración y explotación de nuestras riquezas, sin antes haber dialogado ni informado bien a los nativos del lugar. Pero, cuando los nativos protestan les responden insultando de salvajes, incivilizados, indios y de segunda categoría y para callarlos y darles ”manchari” envían policías y militares armados. Sin embargo hay pueblos que resisten y defienden hasta con su vida lo suyo.
Los nativos viven según su clima, según sus creencias y según su realidad histórico-cultural.
Viven como amazónicos, como andinos, como peruanos, viven según su realidad y por eso se merecen el respeto.
La llegada de las Empresas explotadoras de las riquezas naturales no significa la llegada de la civilización como les quieren hacer creer.
Las Comunidades protestan porque los beneficios de la explotación de las riquezas de sus territorios se van a la Capital y no vuelven para el desarrollo local.
Cuando los nativos amazónicos de Bagua rechazaron el contrato que el Gobierno había firmado con las Compañías extranjeras y pidieron la reconsideración, las autoridades respondieron con soberbia, con amenazas e insultos en vez de promover el diálogo.
Aquí el Gobierno debe dialogar y formar una Comisión donde deben estar presentes el Ministerio de la Mujer, porque el asunto indígena y de los discapacitados están dentro de dicho Ministerio, el Ministerio de Agricultura porque el área donde hay gas y petróleo es zona agrícola , el Ministerio de Energía y Minas, el Ministerio del Medio Ambiente y el Ministerio del Interior.
Y los nativos ante esta importante Comisión deben estar también representados por sus líderes no denunciados ni perseguidos con la compañía de la Iglesia Católica y de Organismos Internacionales de Defensa de los Derechos de los Indígenas.
A ver que sucederá, y digo cuando la Selva del Amazonas ya no tenga defensores y que Dios no lo permita, los negociantes se repartirán la Selva y se convertirá en tierra árida y la Tierra habrá perdido el oxígeno vital ,y aquí los muy listos Empresarios aprovecharán para vender el oxígeno a los que puedan pagar y allí amigos PEOR VA A SER.
Carlos Velásquez Sánchez
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