lunes, 10 de marzo de 2014

LAS REELECCIONES DE LOS INDISPENSABLES

Luis Ordóñez

Los familiares son los que siempre deben estar al lado de las personas. Esta es otra razón que hace valedera la consolidación familiar. La cercanía no es solo para interactuar, para amar al familiar; sino también, para hacerle notar las aristas negativas que circundan a todo ser humano.

Está bien que los líderes alcancen a ocupar cargos públicos o gerencias empresariales, para poner en práctica los lineamientos de sus planteamientos.

Tratando solo el caso de los cargos elegibles, está bien que los líderes participen en la democracia, desde el ángulo de las masas, como desde el atrio de un alto cargo. Pero, ¿está bien que el líder aproveche el poder para hacer lo imposible para seguir reeligiéndose? Muchas personas tienen idea clara y afirman de la relación directa que existe entre la reelección y la corrupción. Y, no dejan de tener razón. Es que las muchas experiencias de líderes reelegidos, son lecciones que automáticamente van escribiéndose en la memoria de los habitantes.

Las normas legales hechas sobre la reelección no guardan armonía con la realidad política del país. No puede postular a la reelección el Presidente de la República; en cambio, los congresistas, los presidentes regionales y alcaldes sí pueden hacerlo. La norma legal no debe discriminar: Es para todos los ciudadanos o no es para nadie. La norma de revocatoria es similar de discriminatoria ¿Por qué solo puede revocarse a los alcaldes y presidentes regionales y no al Presidente Nacional ni a los congresistas? De nuevo: La norma es para todos o no es para nadie. En materia de elecciones democráticas, las normas deben ser de nivel horizontal para todos los cargos elegidos.

Acogiéndose a estas normas legales tuertas, algunos funcionarios elegidos, creyéndose los indispensables en sus cargos, obedecen con ceguedad el impulso de su ego, muchas veces desoyendo a los familiares y amistades cercanas, y aprovechando el poder, tratan de enderezar las normas legales a su entera conveniencia, primero para participar en la contienda democrática, segundo para ganar las elecciones, haciendo previamente tretas indescifrables, propias no de líderes, sino de capos de la mafia. Es una pena que estos capos de la mafia existan, no contados con los dedos de la mano; sino, a montones. No en otros lugares del planeta; sino, aquí, en nuestras propias narices: La apafa, el colegio profesional, el comité de regantes, la universidad pública, la asociación de productores, en la empresa tal, en algunas alcaldías, en algunos gobiernos regionales. Con esta actitud, el líder abandona tácitamente su condición de líder natural, para convertirse en un comerciante económico, a expensas de la voluntad de la comunidad.

Primero, el tema debe verse legalmente. Corregir la discriminación y otros temas de procedimiento. Segundo, el líder nunca debe dejar su estatus de líder natural, que es un don divino, que no todas las personas ostentan. No es fácil ser líder; empero, tampoco es fácil mantener el liderazgo. Con esta actitud de comercialización económica, el don de líder prácticamente se borra de la personalidad, esa persona ya no es mirada por la masa humana como líder, sino como una persona aprovechadora de su confianza.

Para evitar la tentación de la corrupción, en todo  caso minimizar sus efectos, la norma legal debe ser tajante: No reelección de ningún “indispensable”; pues, sabemos, que ninguna persona es indispensable, sino reemplazable, salvo en el seno familiar. Toda persona es necesaria social y laboralmente. Las personas que se creen las indispensables, tienen tan hinchado el ego, que las obstaculiza mirar la realidad del rededor. Ahí radica la importancia de la familia y de las amistades cercanas. No para mentirle al líder, con el afán también de seguir aprovechándose del cargo del líder, como ordeñando los efectos del liderazgo, sino para mostrarle la realidad. Pero, si los asesores, amistades y familiares, ya están acostumbrados a vivir de la leche del poder, entonces la ceguedad no solo es del líder, sino también de todo el entorno. En este caso, es más que urgente, desechar la reelección.

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