Los familiares son los
que siempre deben estar al lado de las personas. Esta es otra razón que hace
valedera la consolidación familiar. La cercanía no es solo para interactuar,
para amar al familiar; sino también, para hacerle notar las aristas negativas
que circundan a todo ser humano.
Está bien que los
líderes alcancen a ocupar cargos públicos o gerencias empresariales, para poner
en práctica los lineamientos de sus planteamientos.
Tratando solo el caso de
los cargos elegibles, está bien que los líderes participen en la democracia,
desde el ángulo de las masas, como desde el atrio de un alto cargo. Pero, ¿está
bien que el líder aproveche el poder para hacer lo imposible para seguir
reeligiéndose? Muchas personas tienen idea clara y afirman de la relación
directa que existe entre la reelección y la corrupción. Y, no dejan de tener
razón. Es que las muchas experiencias de líderes reelegidos, son lecciones que
automáticamente van escribiéndose en la memoria de los habitantes.
Las normas legales
hechas sobre la reelección no guardan armonía con la realidad política del
país. No puede postular a la reelección el Presidente de la República; en
cambio, los congresistas, los presidentes regionales y alcaldes sí pueden
hacerlo. La norma legal no debe discriminar: Es para todos los ciudadanos o no
es para nadie. La norma de revocatoria es similar de discriminatoria ¿Por qué
solo puede revocarse a los alcaldes y presidentes regionales y no al Presidente
Nacional ni a los congresistas? De nuevo: La norma es para todos o no es para
nadie. En materia de elecciones democráticas, las normas deben ser de nivel
horizontal para todos los cargos elegidos.
Acogiéndose a estas
normas legales tuertas, algunos funcionarios elegidos, creyéndose los
indispensables en sus cargos, obedecen con ceguedad el impulso de su ego, muchas veces desoyendo a
los familiares y amistades cercanas, y aprovechando el poder, tratan de
enderezar las normas legales a su entera conveniencia, primero para participar
en la contienda democrática, segundo para ganar las elecciones, haciendo
previamente tretas indescifrables, propias no de líderes, sino de capos de la
mafia. Es una pena que estos capos de la mafia existan, no contados con los
dedos de la mano; sino, a montones. No en otros lugares del planeta; sino,
aquí, en nuestras propias narices: La apafa, el colegio profesional, el comité
de regantes, la universidad pública, la asociación de productores, en la
empresa tal, en algunas alcaldías, en algunos gobiernos regionales. Con esta
actitud, el líder abandona tácitamente su condición de líder natural, para
convertirse en un comerciante económico, a expensas de la voluntad de la
comunidad.
Primero, el tema debe
verse legalmente. Corregir la discriminación y otros temas de procedimiento.
Segundo, el líder nunca debe dejar su estatus de líder natural, que es un don
divino, que no todas las personas ostentan. No es fácil ser líder; empero,
tampoco es fácil mantener el liderazgo. Con esta actitud de comercialización
económica, el don de líder prácticamente se borra de la personalidad, esa
persona ya no es mirada por la masa humana como líder, sino como una persona
aprovechadora de su confianza.
Para evitar la tentación
de la corrupción, en todo caso minimizar sus efectos, la norma legal debe
ser tajante: No reelección de ningún “indispensable”; pues, sabemos, que
ninguna persona es indispensable, sino reemplazable, salvo en el seno familiar.
Toda persona es necesaria social y laboralmente. Las personas que se creen las
indispensables, tienen tan hinchado el ego, que las obstaculiza mirar la
realidad del rededor. Ahí radica la importancia de la familia y de las
amistades cercanas. No para mentirle al líder, con el afán también de seguir
aprovechándose del cargo del líder, como ordeñando los efectos del liderazgo,
sino para mostrarle la realidad. Pero, si los asesores, amistades y familiares,
ya están acostumbrados a vivir de la leche del poder, entonces la ceguedad no
solo es del líder, sino también de todo el entorno. En este caso, es más que
urgente, desechar la reelección.
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