Por: Victor Paima Ludeña
Nadie puede dudar la capacidad que tiene la izquierda como praxis política cuando lidera protestas sociales y está a la ofensiva de reivindicar derechos. Pero cuando ésta izquierda política toma el control público estatal podría tener éxito si considera en primera línea que el mundo de ahora ya no es lo mismo de los de Marx, Lennin y Mao. Tomar el poder es una prueba de fuego tan imprevista en resultados que es grato abstenerse de algunos mitos para enfrentarse a la prueba dialéctica del conocimiento, entendiendo principalmente lo que nos toca hacer en nuestros tiempos, construir un Estado eficiente y capaz como se observa en Alemania y chile su gran éxito.
En una entrevista que le hicieron a nuestra alcaldesa Susana Villaran en el programa periodístico PL, se notaba errores de forma y fondo de su actuar político y con la simpatía que tenía por su candidatura me animaría a sostener en estos momentos que su gobierno será un fracaso. Primero, ha suicidado en el más breve plazo el factor ESPECTATIVA de su gestión. Segundo, cree abiertamente que andar escuchando a todo el mundo es considerarse democrático, un gran error, porque enterarse lo que desea toda una gran ciudad de casi 10 millones de habitantes presencialmente no lograría hacerlo ni en cien años de gestión. Tercero, no tiene las cosas muy claras de lo que verdaderamente quiere hacer para Lima en el corto y largo plazo.
El problema político que ahora enfrenta no es por sus aptitudes ni la de sus regidores ni de su equipo técnico, es una carencia escéptica de una forma de hacer izquierda política en el Perú. No sabe cómo aterrizar el bien social, la integración y el desempeño funcional de gestión con la eficiencia para manejar los asuntos públicos. Lo que necesita hacer es ubicarse en la orilla de lo que políticamente quiere la ciudadanía, seguridad y transporte optimo, entre otras cosas.
Para que la voluntad de SV deba superar sus propios paradigmas ideológicos mal estructurados, de inmediato debe someterse a replantear su trabajo, hacer un proceso de Governance política (Steuerungstheorie) moderno, donde exista una coincidencia aplicativa entre la buena gerencia desde arriba (top-down) y un trabajo dirigencial de organización social desde abajo, hasta ahora su governance política planteaba una relación de desarrollo e implementación de políticas públicas de tipo bottom-up mal implementado. Donde Castañeda y García identificados con el tipo de gestión top-down, también fueron malos aprendices donde la eficiencia gubernamental la midieron cuantitativamente en su selva de cemento.
En tal sentido, se puede suponer que el ensayo - error de la izquierda política en Fuerza Social está fracasando, y como buen peruano rogaré que el Partido Nacionalista tome sus precauciones y se prepare para bien, ante el gran desafío. Reivindicar una Izquierda con nuevos paradigmas donde el manejo estatal sea su principal virtud.
En una entrevista que le hicieron a nuestra alcaldesa Susana Villaran en el programa periodístico PL, se notaba errores de forma y fondo de su actuar político y con la simpatía que tenía por su candidatura me animaría a sostener en estos momentos que su gobierno será un fracaso. Primero, ha suicidado en el más breve plazo el factor ESPECTATIVA de su gestión. Segundo, cree abiertamente que andar escuchando a todo el mundo es considerarse democrático, un gran error, porque enterarse lo que desea toda una gran ciudad de casi 10 millones de habitantes presencialmente no lograría hacerlo ni en cien años de gestión. Tercero, no tiene las cosas muy claras de lo que verdaderamente quiere hacer para Lima en el corto y largo plazo.
El problema político que ahora enfrenta no es por sus aptitudes ni la de sus regidores ni de su equipo técnico, es una carencia escéptica de una forma de hacer izquierda política en el Perú. No sabe cómo aterrizar el bien social, la integración y el desempeño funcional de gestión con la eficiencia para manejar los asuntos públicos. Lo que necesita hacer es ubicarse en la orilla de lo que políticamente quiere la ciudadanía, seguridad y transporte optimo, entre otras cosas.
Para que la voluntad de SV deba superar sus propios paradigmas ideológicos mal estructurados, de inmediato debe someterse a replantear su trabajo, hacer un proceso de Governance política (Steuerungstheorie) moderno, donde exista una coincidencia aplicativa entre la buena gerencia desde arriba (top-down) y un trabajo dirigencial de organización social desde abajo, hasta ahora su governance política planteaba una relación de desarrollo e implementación de políticas públicas de tipo bottom-up mal implementado. Donde Castañeda y García identificados con el tipo de gestión top-down, también fueron malos aprendices donde la eficiencia gubernamental la midieron cuantitativamente en su selva de cemento.
En tal sentido, se puede suponer que el ensayo - error de la izquierda política en Fuerza Social está fracasando, y como buen peruano rogaré que el Partido Nacionalista tome sus precauciones y se prepare para bien, ante el gran desafío. Reivindicar una Izquierda con nuevos paradigmas donde el manejo estatal sea su principal virtud.
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