jueves, 21 de junio de 2012

INEQUIDAD Y POBREZA vs VISION DE DESARROLLO

El Presidente de Georgia Mr. Edward Shevardnadze dijo : “ Nosotros, los pueblos de la tierra, somos una gran familia. La nueva época ofrece muchos retos y nuevos problemas mundiales, como las catástrofes  ambientales, el agotamiento de los recursos, conflictos sangrientos y la pobreza”.                                           

 Desde el año 1,999 las manifestaciones antiglobalización se han hecha cada vez mas multitudinarias y violentas y no es de extrañar que los líderes mundiales a veces realicen sus cumbres en lugares aislados donde a los activistas no les resulte fácil interrumpirles.                                                                          

Pero, no todos ven a la globalización como una amenaza. Mientras, unos la condenan como la raíz de todos los males del mundo, otros la aclaman como la solución a la mayoría de los problemas del mundo. Y es así como la globalización ya está influyendo en nosotros y es probable que lo haga aún más en el futuro.                                                                                                                                   

Hay muchos informes que señalan que la globalización ofrece una potencialidad enorme para erradicar la pobreza en este siglo  XXI  y que hará que los gobiernos sean mas reacios a ir  a la guerra, porque aumenta los incentivos para no hacer la guerra y esto puede mejorar la solidaridad mundial.                         

Eso sí, para que la globalización sea positiva ha de serlo tanto para los pobres y ricos por igual. Tienen que aportar  el mismo grado de derechos que de riquezas.                                                                                                                                                 Los  esfuerzos  institucionales e individual hace que la pobreza desborde el abordaje, tenemos que tener una mirada sistémica para abordar íntegramente a la pobreza.                                                                                                          

Todos los actores públicos y privados debemos íntegramente asumir nuestra responsabilidad social y económica, asumiendo el supuesto que lo económico y social absorben lo político, cultural, ambiental y tecnológico.                            

Hay que fortalecer las Mesas de Diálogo y Concertación. Establecer un hábito social de  discusión constructiva para enriquecer el debate y generar el sustrato necesario y suficiente que va a fortalecer esas semillas mejoradas de ideas, valores y propuestas sólidas y que va a brindar frutos de calidad, convirtiéndose en un semillero de nuevas ideas, valores y propuestas y que va a consolidar la cohesión social con estilos de vida y entornos saludables.                       

El principal instrumento de gestión sería el Plan Estratégico de Desarrollo Local, Sostenible, Concertado y Participativo y sus respectivos Planes Operativos y Bancos de Proyectos.                                                                                              

Los espacios de diálogo y participación se convierten en laboratorios sociales de donde saldrán reflexiones y aprendizajes continuos.                                

Si queremos hacer enfoques de trabajo con inclusión social, equidad, interculturalidad y principios de tolerancia, solidaridad y reciprocidad no podemos hacer exclusión, ser inequitativos, indiferentes, soberbios y egoístas.                         

Hay que tener una cultura de pacto social, compromisos compartidos, se requieren auténticos liderazgos que promuevan políticas públicas saludables, ideas y acciones hacia un objetivo común.                                                                       

     Hay que trabajar sobre mapas de pobreza y redes de desarrollo económico que trabajen sobre mapas de riqueza articuladas con redes de soporte, bases comunitarias económicas sociales que busquen el desarrollo social, económico y humano de las poblaciones, para así terminar con la pobreza.                                         

Es fácil dar las recetas con remedios que alivian los síntomas, lo más importante es hacer un diagnóstico exhaustivo del paciente encontrando la causa de la enfermedad: la pobreza.                                                                                                

Hay que convertir al Estado en un agente que promueva la igualdad de oportunidades y efectúe una redistribución eficiente, es, quizás el desafío mas crítico que enfrenta América Latina para así ejecutar mejores políticas y que al mismo tiempo estimule el crecimiento y reduzcan la desigualdad y la pobreza.                                                                                                                                                                 Si no hacemos esto en nuestro País: la DEMOCRACIA está en peligro.                                                              

CARLOS VELASQUEZ SANCHEZ

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