Desde el año 1,999 las manifestaciones
antiglobalización se han hecha cada vez mas multitudinarias y violentas y no es
de extrañar que los líderes mundiales a veces realicen sus cumbres en lugares
aislados donde a los activistas no les resulte fácil interrumpirles.
Pero, no todos ven a la globalización
como una amenaza. Mientras, unos la condenan como la raíz de todos los males
del mundo, otros la aclaman como la solución a la mayoría de los problemas del
mundo. Y es así como la globalización ya está influyendo en nosotros y es
probable que lo haga aún más en el futuro.
Hay muchos informes que señalan que la
globalización ofrece una potencialidad enorme para erradicar la pobreza en este
siglo XXI y que hará que los gobiernos sean mas reacios
a ir a la guerra, porque aumenta los
incentivos para no hacer la guerra y esto puede mejorar la solidaridad mundial.
Eso sí, para que la globalización sea
positiva ha de serlo tanto para los pobres y ricos por igual. Tienen que
aportar el mismo grado de derechos que
de riquezas. Los esfuerzos
institucionales e individual hace que la pobreza desborde el abordaje,
tenemos que tener una mirada sistémica para abordar íntegramente a la pobreza.
Todos los actores públicos y privados
debemos íntegramente asumir nuestra responsabilidad social y económica,
asumiendo el supuesto que lo económico y social absorben lo político, cultural,
ambiental y tecnológico.
Hay que fortalecer las Mesas de
Diálogo y Concertación. Establecer un hábito social de discusión constructiva para enriquecer el
debate y generar el sustrato necesario y suficiente que va a fortalecer esas
semillas mejoradas de ideas, valores y propuestas sólidas y que va a brindar
frutos de calidad, convirtiéndose en un semillero de nuevas ideas, valores y
propuestas y que va a consolidar la cohesión social con estilos de vida y
entornos saludables.
El principal instrumento de gestión
sería el Plan Estratégico de Desarrollo Local, Sostenible, Concertado y
Participativo y sus respectivos Planes Operativos y Bancos de Proyectos.
Los espacios de diálogo y
participación se convierten en laboratorios sociales de donde saldrán
reflexiones y aprendizajes continuos.
Si queremos hacer enfoques de trabajo
con inclusión social, equidad, interculturalidad y principios de tolerancia,
solidaridad y reciprocidad no podemos hacer exclusión, ser inequitativos,
indiferentes, soberbios y egoístas.
Hay que tener una cultura de pacto
social, compromisos compartidos, se requieren auténticos liderazgos que
promuevan políticas públicas saludables, ideas y acciones hacia un objetivo
común.
Hay
que trabajar sobre mapas de pobreza y redes de desarrollo económico que
trabajen sobre mapas de riqueza articuladas con redes de soporte, bases
comunitarias económicas sociales que busquen el desarrollo social, económico y
humano de las poblaciones, para así terminar con la pobreza.
Es fácil dar las recetas con remedios
que alivian los síntomas, lo más importante es hacer un diagnóstico exhaustivo
del paciente encontrando la causa de la enfermedad: la pobreza.
Hay que convertir al Estado en un
agente que promueva la igualdad de oportunidades y efectúe una redistribución
eficiente, es, quizás el desafío mas crítico que enfrenta América Latina para
así ejecutar mejores políticas y que al mismo tiempo estimule el crecimiento y
reduzcan la desigualdad y la pobreza. Si no hacemos esto en
nuestro País: la DEMOCRACIA está en peligro.
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