Luis Ordóñez
Las obras públicas que ejecuten los gobiernos de los tres niveles (local, regional y nacional), deben caracterizarse por el diseño arquitectónico, por la seguridad estructural y por la buena administración de los recursos empleados. Algunas autoridades, por pensar más en otras “situaciones” ajenas a la obra en sí, descuidan peligrosamente el cumplimiento de estas tres características de la obra. Las obras públicas son de todos los peruanos, ejecutadas con los recursos económicos de todos los peruanos. La planificación de estas obras debe emerger también de todos los peruanos. La ejecución de estas obras es encargada al gobierno en ejercicio. Como es así, la obra pública, como su propio nombre lo indica, es de conocimiento de la población desde antes de su ejecución. La obra pública forma parte de la mente, del corazón de cada poblador. Esta obra entonces, ha sido una necesidad sentida de la población, ahora que está ejecutándose el poblador se ruboriza de emoción por que su anhelo se está haciendo realidad; y mañana cuando ya está construida, el poblador se sentirá orgulloso de su obra, la utilizará con tanto cariño, por que forma parte de su propia vida.
La obra se muestra hermosa, de colores y formas llamativas, con diseños arquitectónicos relevantes, atractiva a los ojos de los pobladores y turistas, es utilizada por la población entera, la obra es de satisfacción general. La estructura, es decir, la base, la columna, la viga se nota sólida, fuerte, resistente. El presupuesto anunciado es el monto que la empresa contratista empleó para la ejecución total de la obra, tal como se muestra en el cartel. Como es obra pública, la gente dice: “esta obra es mía, es de todo el pueblo”. En el expediente de liquidación está el detalle técnico y económico de ejecución de la obra. En la inauguración, la autoridad competente alcanza la información detallada de todo el proceso de la obra, desde la planificación, la ejecución y ahora la utilización.
¿Que pasa si no es así? Si bien la obra fue una necesidad; en cambio, el expediente podría estar mal elaborado, la obra mal ejecutada, la obra no es hermosa y tiene problemas en su estructura. Por supuesto que crea malestar y desconfianza en los corazones de los propietarios: los pobladores.
Para citar dos ejemplos: (1) pavimentación de la Circunvalación en Tarapoto. La obra no es hermosa, tiene un mal acabado. Frente al ingreso del jirón Alerta, la pista tiene peligrosos desniveles, que hacen saltar a los pasajeros de los vehículos, con riesgos a caerse. (2) carretera Cuñumbuque Sisa, carretera nueva con puentes viejos y angostos, con taludes sin áreas verdes.
La buena calidad de la obras públicas debe ser una constante; pues estas obras son de todos los pobladores del Perú, hechas con sus recursos económicos. Cada obra pública debe ser una obra de arte, como la gran Macchu Picchu.
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