La campaña electoral en Perú presenta una intromisión descarada de la embajada de los Estados Unidos. Los cables de wikileaks demuestran que las embajadas de los Estados Unidos realizan trabajo de espionaje en todos los países, al servicio de los grupos monopólicos de la mafia, las transnacionales.
En el Perú los diplomáticos virreinales realizan el espionaje apoyados por las oligarquías parasitarias, las iglesias, la soldadesca, los medios de comunicación y partidos políticos, con una activa participación de los funcionarios y autoridades gubernamentales del más alto nivel.
Si los juzgáramos como delincuentes constitucionales, toda la crema criolla heredera de sus padres invasores de la hacienda llamada Perú, serían culpables por traición a la patria. Está demostrado que ahora y siempre estos personajes han colaborado con el espionaje extranjero con el fin de vender al Perú.
Es larga la lista de delincuentes constitucionales a quienes el órgano del Consejo Nacional de la Magistratura, que goza de “autonomía”, podría procesar de oficio y además sancionar con la expulsión del país a la embajada y a los espías extranjeros.
Claramente, la embajadora de los Estados Unidos aceptó la realización del espionaje, cuando entrega cables wikileaks (con informes de su embajada) a dos actuales candidatos explicándoles que ellos supuestamente no colaboraron con la actividad delincuencial de Toledo y del Castillo entre otros.
Los peruanos sentimos vergüenza de siempre estar gobernados por delincuentes. Sin embargo al callarnos nos convertimos en cómplices. Descaradamente intervienen en la campaña electoral peruana la CIA estadounidense y las iglesias. Sabemos que la CIA da órdenes a Alan García, al cardenal Cipriani y a los altos mandos militares con el objetivo de imponer en el Perú un presidente del continuismo: ladrón y traidor a la Patria.
Los peruanos conocemos tantas desgracias y los candidatos regionales sólo piensan en sus intereses y no tienen alternativas. Han manipulado tanto a nuestra conciencia patriótica, al amor y confianza en nosotros mismos. El 1% de la población obtiene ganancias del turismo y para los candidatos es muy importante.
El vocero y peón de las transnacionales don Alan García continúa vendiendo al Perú y para callarnos nos recuerda que somos ciudadanos de última categoría sin ningún derecho de defender nuestra patria.
Recuerdo la gran alegría de mi padre que era el alcalde de mi pueblo cuando llegaron los libros del registro civil. Nos repetía, ahora sí ustedes son ciudadanos peruanos. Mi padre y hermanos como miles de indígenas defendieron las fronteras del Perú, 4 de mis hermanos fueron policías y yo maestro y hemos servido con mucho amor a nuestra Patria.
Hoy nos recuerdan, que somos ciudadanos de última categoría.
EL PUEBLO TIENE LA PALABRA
Profesor Lucas Cachay Huamán
Montreal, 19 de febrero de 2011
En el Perú los diplomáticos virreinales realizan el espionaje apoyados por las oligarquías parasitarias, las iglesias, la soldadesca, los medios de comunicación y partidos políticos, con una activa participación de los funcionarios y autoridades gubernamentales del más alto nivel.
Si los juzgáramos como delincuentes constitucionales, toda la crema criolla heredera de sus padres invasores de la hacienda llamada Perú, serían culpables por traición a la patria. Está demostrado que ahora y siempre estos personajes han colaborado con el espionaje extranjero con el fin de vender al Perú.
Es larga la lista de delincuentes constitucionales a quienes el órgano del Consejo Nacional de la Magistratura, que goza de “autonomía”, podría procesar de oficio y además sancionar con la expulsión del país a la embajada y a los espías extranjeros.
Claramente, la embajadora de los Estados Unidos aceptó la realización del espionaje, cuando entrega cables wikileaks (con informes de su embajada) a dos actuales candidatos explicándoles que ellos supuestamente no colaboraron con la actividad delincuencial de Toledo y del Castillo entre otros.
Los peruanos sentimos vergüenza de siempre estar gobernados por delincuentes. Sin embargo al callarnos nos convertimos en cómplices. Descaradamente intervienen en la campaña electoral peruana la CIA estadounidense y las iglesias. Sabemos que la CIA da órdenes a Alan García, al cardenal Cipriani y a los altos mandos militares con el objetivo de imponer en el Perú un presidente del continuismo: ladrón y traidor a la Patria.
Los peruanos conocemos tantas desgracias y los candidatos regionales sólo piensan en sus intereses y no tienen alternativas. Han manipulado tanto a nuestra conciencia patriótica, al amor y confianza en nosotros mismos. El 1% de la población obtiene ganancias del turismo y para los candidatos es muy importante.
El vocero y peón de las transnacionales don Alan García continúa vendiendo al Perú y para callarnos nos recuerda que somos ciudadanos de última categoría sin ningún derecho de defender nuestra patria.
Recuerdo la gran alegría de mi padre que era el alcalde de mi pueblo cuando llegaron los libros del registro civil. Nos repetía, ahora sí ustedes son ciudadanos peruanos. Mi padre y hermanos como miles de indígenas defendieron las fronteras del Perú, 4 de mis hermanos fueron policías y yo maestro y hemos servido con mucho amor a nuestra Patria.
Hoy nos recuerdan, que somos ciudadanos de última categoría.
EL PUEBLO TIENE LA PALABRA
Profesor Lucas Cachay Huamán
Montreal, 19 de febrero de 2011
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