Luis Ordóñez
Calificativo a los candidatos presidenciales, 11. Es que un estadista debe presentar al pueblo peruano, el Plan que desarrollaría en su posible administración de Gobierno Nacional. ¿Cuál de los candidatos ya lo hizo? ¿Están esperando el debate? Es que al parecer, ningún candidato ha desarrollado un plan integral con la debida antelación. Se nota como si estarían improvisando opiniones, criterios sobre temas que no son pilares del desarrollo nacional.
Un buen plan debe ser vivo. Debe emerger de los caseríos, centros poblados, distritos, provincias y regiones del país. Un plan es inerte y desabrido cuando es elaborado por “eruditos” bajo el abrigo de cuatro paredes frías y piso de alfombras coloreadas artificialmente.
El plan debe tener una política clara, es decir direccionalidad definida. Según la Constitución Política del Perú: “La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado”. Empero, la persona humana no vive sobre la nada o de nada. La persona humana vive en un medio ambiente, que es el territorio nacional. Para nuestro bien, el territorio peruano tiene variadas zonas de vida. No habría vida de persona humana alguna sin un medio ambiente natural; es decir, sin agua, sin plantas, sin oxígeno, sin el suelo y sin animales. ¡Oh si! A ver, que levante la mano si algún peruano puede vivir sin oxígeno. Otro, que levante la mano quien pueda vivir sin agua. No pues. Entonces, enfoquemos el plan nacional tomando en cuenta estas premisas básicas de la vida humana.
Nuestros políticos nos están acostumbrando al facilismo, al entreguismo. El Perú saldrá adelante, en la medida que los habitantes vivan enlazados con el medio ambiente. La naturaleza puede existir sin los humanos; pero, los humanos no podemos vivir sin ella. Nuestros políticos deben orientar su accionar a fortalecer una política económica sostenible, basada en la producción y no en la extracción. Pues, la producción en todos sus géneros garantiza una economía sólida, solvente y sobre todo sostenible; mientras que las actividades extractivas, nos dan una economía del presente, que de todas maneras nos conllevan a la incertidumbre económica del mañana; por que, los recursos que se extraen se acabarán muy pronto. ¡Pobre nuestros familiares del futuro! ¡Que herencia que les dejamos! ¡Les dejamos los pozos sin petróleo; los pozos sin gas; las minas sin oro, sin plata, sin cobre; los bosques sin árboles (mal escrito: quiere decir las selvas sin bosques); los ríos y mares sin peces; el ambiente sin oxígeno; los ex bosques sin suelo para la agricultura… bueno, pare, pare…no sigamos más, que vamos a ponernos a llorar! Es que esa es la cruda realidad del presente y del futuro incierto.
El estado debe garantizar que la producción sea la fuente básica y principal de generar riqueza: producción literaria, producción intelectual integral, producción agropecuaria, producción pesquera, producción forestal, producción química, producción industrial, etc. Se debe fomentar en menor escala la extracción: forestal, gasífera, minera. Pues, estos recursos corresponden explotar no solo a nosotros los peruanos presentes; sino también, a nuestras futuras generaciones.
El candidato presidencial que elabore un plan con estos criterios integrales reales ya puede recibir un mejor calificativo: 18.
No hay comentarios:
Publicar un comentario