Algo inusual ocurrió en la Municipalidad Distrital de Chicama, la ex alcaldesa Mirtha Sánchez Zafra entregó el cargo a las 12. 45 de la media noche, prácticamente en el año 2011, recibiendo el año nuevo en la oficina de la alcadía, donde se encontraba también el alcalde electo David Valderrama Paredes y dos profesionales de su equipo de transferencia.
El hecho anecdótico se dio porque la señora Mirtha Sánchez se rehusó a firmar el acta, que finaliza la transferencia municipal, aduciendo que no era un acta y que estaba mal hecha, pese a que dicho documento contaba con las firmas de sus funcionarios municipales que participaron de la transferencia, como el asesor legal, gerente y otros. Así como al firma del equipo de transferencia del Alcalde David Valderrama.
Luego de esos argumentos Mirtha Sánchez indicó a su secretaria que redactara otra acta a manuscrito, donde se hacía entrega de la minuta de la compra de un terreno para el Mercado y la Paradita de Sausal y el compromiso de ejecutar las obras de las plazas de Armas para el AA.HH. 11 de Febrero y Alan García, de Chicama, así como que dejaba comprometida una suma de dinero de 600 mil soles, acta que el alcalde electo no pudo firmar por no tener la certeza de lo considerado en el acta improvisada.
La incomodidad era notoria en los presentes por ser una fecha especial, recibir el Año Nuevo, pero eso no parecía importarle a la autoridad saliente, quien manifestó que su periodo municipal culmina el 31 de diciembre del 2010 a las 12 de la media noche y que la ley le faculta hacer uso de ese tiempo en el proceso de transferencia.
El arquitecto Richard Palomino Canturín, miembro del equipo de Transferencia de David Valderrama, expresó que la demora en el proceso de transferencia fue porque la documentación no se tenía debidamente foliada, y por la demora en la firma del acta final por parte de Sánchez, además indicó que no solamente se le ha dado todas las facilidades a la ex alcaldesa para la transferencia; si no que incluso le ha restado más de media de mandato al nuevo alcalde, ya que entregó el cargo pasada la media noche.
El hecho anecdótico se dio porque la señora Mirtha Sánchez se rehusó a firmar el acta, que finaliza la transferencia municipal, aduciendo que no era un acta y que estaba mal hecha, pese a que dicho documento contaba con las firmas de sus funcionarios municipales que participaron de la transferencia, como el asesor legal, gerente y otros. Así como al firma del equipo de transferencia del Alcalde David Valderrama.
Luego de esos argumentos Mirtha Sánchez indicó a su secretaria que redactara otra acta a manuscrito, donde se hacía entrega de la minuta de la compra de un terreno para el Mercado y la Paradita de Sausal y el compromiso de ejecutar las obras de las plazas de Armas para el AA.HH. 11 de Febrero y Alan García, de Chicama, así como que dejaba comprometida una suma de dinero de 600 mil soles, acta que el alcalde electo no pudo firmar por no tener la certeza de lo considerado en el acta improvisada.
La incomodidad era notoria en los presentes por ser una fecha especial, recibir el Año Nuevo, pero eso no parecía importarle a la autoridad saliente, quien manifestó que su periodo municipal culmina el 31 de diciembre del 2010 a las 12 de la media noche y que la ley le faculta hacer uso de ese tiempo en el proceso de transferencia.
El arquitecto Richard Palomino Canturín, miembro del equipo de Transferencia de David Valderrama, expresó que la demora en el proceso de transferencia fue porque la documentación no se tenía debidamente foliada, y por la demora en la firma del acta final por parte de Sánchez, además indicó que no solamente se le ha dado todas las facilidades a la ex alcaldesa para la transferencia; si no que incluso le ha restado más de media de mandato al nuevo alcalde, ya que entregó el cargo pasada la media noche.
Carlos Velásquez Sánchez
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