jueves, 5 de agosto de 2010

REFLEXIONES


Ing. Horacio Quiroz Abanto

NUESTRO HIMNO PATRIO

Hace muchos años, venimos cantando fervientemente una estrofa de nuestro Himno Patrio que no corresponde al original, y esa estrofa en mención inicia diciendo “largo tiempo el peruano oprimido, la ominosa cadena arrastró…..”, la misma que se refiere a nosotros los peruanos como indolentes, oprimidos y condenados a una cruel servidumbre y a gemir en silencio; cuando muy bien sabemos que desde la época colonial valientes hombres como Manco Inca, Túpac Amaru, Micaela Bastidas y otros lucharon tenazmente por arrancar la ansiada libertad del yugo español, la lucha de eso valientes hombres son hoy en día ejemplos de vida para desterrar nuestras dudas y temores.
Tan solo escuchamos la letra original en algunas ceremonias oficiales de las Fuerzas Armadas de alto rango y en el último discurso Presidencial por 28 de Julio, escuchamos cantar también a nuestras autoridades del Ejecutivo y del Legislativo después del coro, la última estrofa original, tal como debiera ser.
En este intento de instaurar nuestro auténtico Himno Patrio hace mucho tiempo reconocidos historiadores peruanos como Gustavo Ponss Muzzo y Juan Josè Vega vienen luchando para que en nuestro país cantemos la letra original creada por los señores José De La Torre Ugarte (Letra) y José Bernardo Alcedo (música),
A decir de estos historiadores esta confusión se inicia cuando el General Simón Bolívar decide poner a un lado la letra y música creadas por los autores en mención, porque la primera estrofa hacía referencia al libertador José de San Martín; y es en esas circunstancias cuando producto de la efervescencia independentista la población componía canciones para darse ánimos y se cree que la estrofa que comienza con el “largo tiempo el peruano oprimido….” fue creado por algún esclavo negro que obtuvo su libertad con el decreto de San Martín, la misma que se mantiene vigente hasta hoy.
Es válido decir, que poco se ha hecho por recuperar la originalidad de nuestro himno patrio, solo durante algunos años del Gobierno Militar del General Juan Velasco Alvarado los escolares cantaron la estrofa original, pero en el Gobierno del Presidente Belaunde Terry esta iniciativa se eliminó. Es hora pues de cantar todos la última estrofa de nuestro Himno Patrio, en todas las ceremonias de las instituciones educativas, políticas, militares que nos ayude a superar nuestra cultura del derrotismo, emprendiendo la nueva cultura del triunfalismo, para tal fin transcribo el íntegro del AUTÈNTICO HIMNO NACIONAL, esperando que sirva de algo.

Himno Nacional
(el autèntico)
Coro
¡Somos libres! ¡seámoslo siempre!
y antes niegue sus luces el sol,
que faltemos al voto solemne
Que la patria al eterno elevó.

Estrofa I
Ya el estruendo de broncas cadenas
que escucharon tres siglos de horror,
de los libres al grito sagrado
que oyó atónito el mundo cesó.
por doquier San Martín inflamado
¡Libertad!¡Libertad! pronunció;
y meciendo su base los andes,
la enunciaron también a una voz.

Estrofa II
Con su influjo los pueblos despiertan
y cual rayo corrió la opinión
desde el istmo a las tierras del fuego
desde el fuego a la helada región.
Todos juran romper el enlace
que natura a ambos mundos negó,
y quebrar ese cetro que España
reclinaba orgullosa en los dos.

Estrofa III
Lima cumple ese voto solemne,
y severa su enojo mostró,
al tirano impotente lanzando
que intentaba alargar su opresión.
A su esfuerzo saltaron los fierros
y los surcos que en si reparó,
le atizaron, el odio y la venganza
que heredó de su Inca y Señor.

Estrofa IV
Compatriotas, no más verla esclava
Si humillada tres siglos gimió
para siempre juràmosla libre,
manteniendo su propio esplendor.
Nuestros brazos hasta hoy desarmados,
estén siempre cebando el cañón
que algún día las playas de Hesperia
sentirán de su estruendo el terror.

Estrofa V
Excitemos los celos de España
pues presiente con mengua y furor,
que en concurso de grandes naciones
nuestra patria entrará en parangón.
En la lista que de estas se forme
llenaremos primero el renglón,
que el tirano ambicioso iberino
que la América toda asoló.

Estrofa VI
En su cima los andes sostengan
la bandera o pendón bicolor
que a los siglos anuncie el esfuerzo
que ser libres por siempre nos dio.
A su sombra posemos tranquilos,
y al hacer por sus cumbres el sol
renovemos el gran juramento
que rendimos al Dios de Jacob.

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