domingo, 13 de marzo de 2011

LA CALIDAD DE LOS CANDIDATOS AL CONGRESO


Luis Ordóñez
Uno de los tres poderes del Estado es el Legislativo (además del Ejecutivo y el Judicial). Este poder está integrado por los congresistas, quienes formulan, analizan y acuerdan Leyes que enmarcan la vida democrática de los ciudadanos.
Desde ya, se supone, que los congresistas deben ser personas preparadas académicamente y con experiencia en menesteres políticos, económicos y sociales del país, en diferentes regiones donde radican.
Con seguridad, las normas electorales no están bien claras, por las cuales, los candidatos al Congreso (y hace poco a las Municipalidades) no reúnen las cualidades y calidades que la población espera.
Están corriendo por los correos electrónicos, mensajes muy bien argumentados, que inducen y proponen a los pobladores a “NO VOTAR POR CONGRESISTAS”.
Primero, hay candidatos de todos los “colores”: albañiles, carpinteros, futbolistas, voleibolistas, boxeadores, amas de casa, agricultores, comerciantes, vedets… en fin, hay pocos profesionales de leyes y de política. No es que los demás peruanos, de las diferentes carreras, no sean capaces. Sí, podrían ser congresistas, les asiste todo el derecho, por que así están las normas electorales en este momento. Pero, no están preparados para desarrollar un eficiente trabajo congresal.
Segundo, hay congresistas que están terminando su gestión y pasaron los cinco años como Cuy en tómbola, sin ubicarse bien y sin conocer a cabalidad sus verdaderas funciones. En una oportunidad, un congresista dijo a estudiantes de una universidad nacional, que él no presentará ninguna propuesta de ley, solo se dedicará a fiscalizar al gobierno actual. Agregó, que no presenta más propuestas, porque existen miles en los archivos del poder legislativo. Que debe fiscalizar al ejecutivo, para procurar destapar los mínimos indicios de corrupción. Pasaron los cinco años, efectivamente no presentó ninguna propuesta y no fiscalizó nada, porque la corrupción campea en manadas en esta costa. Sin embargo, el muy “señor”, dirigente regional y nacional, está postulando de nuevo a la reelección. ¡Que barbaridad!
Tercero, hay congresistas que ya viven en el Congreso y viven del Congreso. Decenas de años que son congresistas. Bien para ellos económica y socialmente. ¿Y el Perú? ¿Cuál Perú? A ellos les importa no el Perú, sino ellos mismos. Sacar dinero del Congreso a como dé lugar, no interesa falsificando boletas, contratando empleadas del hogar como asesoras legales de los Congresistas, con jugosos sueldos mensuales, haciendo viajes de ocio al extranjero, etc.
Cuarto, con estas realidades de nuestros congresistas, este poder del estado ha llegado a niveles muy bajos de credibilidad y respeto por parte de la población. Ahora, con los actuales candidatos, la población no espera que se mejore la calidad del Congreso; sino, muy por el contrario, el pueblo ya avizora que el nivel de confianza del congreso descenderá más. Para añadir, algunos candidatos, aún siendo candidatos, ya están demostrando ser intolerantes a las críticas periodísticas. Pero, de eso se trata pues, el candidato debe mostrarse claro, sincero, transparente ante la comunidad que le depositará la confianza con su voto universal. Si no muestra tolerancia, es que el candidato no está preparado para afrontar situaciones políticas. En ese caso, lo mejor sería continuar dedicándose a su actividad habitual. Si no es tolerante, tampoco es conveniente acudir a la violencia, a causar el terror como en tiempos idos, a desfogar su intolerancia, su cólera pretendiendo quemar un medio de comunicación. ¡Que es eso! ¡que nivel!.

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