La población de nuestra Región San Martín debe preocuparse por sembrar más árboles y talar menos, ya que de otra forma los efectos del cambio climático serán mas dramáticos para nuestra Región.
El avance de la frontera agrícola, que consiste en talar los bosques para sembrar granos y criar ganado, aumenta la deforestación, que a su vez influye en el cambio climático provocando menos lluvias y menos filtraciones de agua en el suelo y con esto disminuyen las reservas de agua subterránea, lo que va a significar la mayor escasez de este líquido elemento.
Las enfermedades, pobreza e inseguridad alimentaria son producto de la falta de productividad de las tierras que están secas por falta de lluvias y sobre todo el problema de la aridez, ya que en esos terrenos no vuelve a haber agua.
Los bosques son importantes porque entre sus funciones está el de almacenar el agua, mantener la tierra húmeda y evitar la erosión de los suelos.
Ya que el hombre en su búsqueda por satisfacer sus necesidades personales o comunitarias utiliza la madera para fabricar muchos productos. Esta madera también es utilizada como combustible o leña para cocinar y calentar.
Por otro lado, las actividades económicas en el campo requieren de áreas para el ganado o para cultivar diferentes productos, la cual ha generado una gran presión sobre nuestros bosques.
Hay que recordar que al tumbar y quemar nuestros bosques, los organismos que allí vivían quedan sin hogar, porque los animales y plantas y otros organismos mueren o les toca mejor mudarse a otros bosques.
Destruir un bosque significa acabar con muchas de las especies que viven en él. Algunas de estas especies no son conocidas por el hombre. De esta manera muchas especies se están perdiendo día a día.
Aquí les muestro algunas gráficas del recuerdo, cuando Saposoa sufría los embates del río Saposoa y la Quebrada Serrano, cuando nuestra Provincia de Huallaga contaba con sus bosques vírgenes, pero todo eso ha desaparecido y debería hoy llamarse Saposoa: Ciudad de las Colinas depredadas.
Carlos Velásquez Sánchez
Fotos Cortesia: Ing. Luis Lopez Lozano
El avance de la frontera agrícola, que consiste en talar los bosques para sembrar granos y criar ganado, aumenta la deforestación, que a su vez influye en el cambio climático provocando menos lluvias y menos filtraciones de agua en el suelo y con esto disminuyen las reservas de agua subterránea, lo que va a significar la mayor escasez de este líquido elemento.
Las enfermedades, pobreza e inseguridad alimentaria son producto de la falta de productividad de las tierras que están secas por falta de lluvias y sobre todo el problema de la aridez, ya que en esos terrenos no vuelve a haber agua.
Los bosques son importantes porque entre sus funciones está el de almacenar el agua, mantener la tierra húmeda y evitar la erosión de los suelos.
Ya que el hombre en su búsqueda por satisfacer sus necesidades personales o comunitarias utiliza la madera para fabricar muchos productos. Esta madera también es utilizada como combustible o leña para cocinar y calentar.
Por otro lado, las actividades económicas en el campo requieren de áreas para el ganado o para cultivar diferentes productos, la cual ha generado una gran presión sobre nuestros bosques.
Hay que recordar que al tumbar y quemar nuestros bosques, los organismos que allí vivían quedan sin hogar, porque los animales y plantas y otros organismos mueren o les toca mejor mudarse a otros bosques.
Destruir un bosque significa acabar con muchas de las especies que viven en él. Algunas de estas especies no son conocidas por el hombre. De esta manera muchas especies se están perdiendo día a día.
Aquí les muestro algunas gráficas del recuerdo, cuando Saposoa sufría los embates del río Saposoa y la Quebrada Serrano, cuando nuestra Provincia de Huallaga contaba con sus bosques vírgenes, pero todo eso ha desaparecido y debería hoy llamarse Saposoa: Ciudad de las Colinas depredadas.
Carlos Velásquez Sánchez
Fotos Cortesia: Ing. Luis Lopez Lozano
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