EL MAÑANERO VISITO LAS CASCADAS “LAGRIMAS DE LA NOVIA” EN EL CASERIO NUEVA ESPERANZA
Después de treinta minutos de trayecto llegamos hasta el Caserío de Nueva Esperanza (Piscoyacu) en motocicleta lineal acompañado de mi hijo Carlos Velásquez Cárdenas, en la que pudimos divisar en lo alto una impresionante y verde biodiversidad en dicho Sector, el cual es una zona cafetalera por excelencia.
Llegamos acompañados del Gobernador del Distrito de Piscoyacu Hugo Saldaña Arévalo y el Alcalde Distrital Juan Delgado Talledo, y en dicho Caserío fuimos recibidos por su Agente Municipal Abraham Tapullima Tapullima y sus pobladores, en nuestro caso el destino que habíamos elegido era para visitar dicho lugar por primera vez y promocionar ese recurso turístico que tiene este Caserío que es las Cascadas “Las lágrimas de la novia”.
Desde Saposoa a Piscoyacu hay carretera afirmada de 06 kms. y de Piscoyacu al Caserío de Nueva Esperanza una trocha carrozable de aproximadamente 04 kms. con una tupida vegetación salpicada por el colorido de las plantaciones de café.
Después de desayunar y hacer brillar bien a nuestro”pupo” con un suculento y sustancioso timbuchi de cangrejos maman, yucras y callampas de la zona, partimos rumbo a dichas cascadas.
Realizamos una caminata hacia la encañada o “garganta” donde nacen estas tres “urmanas” (caídas) de agua de aproximadamente veinticinco minutos, cruzando plantaciones de café y cacao, y pude darme cuenta de que esta naciente y encañada es selva virgen, el cual es protegida por los lugareños de dicho Caserío que no permite a nadie que ingrese a esta zona a depredar o talar, para así convertirla en una zona turística y/o econegocio.
En esta cuenca existen muchos árboles de la especie catahua, ishpingo, las riquísimas “callampas” (hongos comestibles), los cangrejos maman cacho de toro, yucras, ratones, zorros y una serie de animales que acuden a esta “collpa” (Cascadas “Lágrimas de la Novia”). Y nos dimos un baño en sus refrescantes y heladas aguas de sus tres “urmanas”,los cuales miden aproximadamente 7 mtrs. 15 mtrs. y 20 mtrs dichas caídas rodeadas de un impresionante y espectacular paisaje.
Lo más anecdótico de esta visita de turismo de aventura, en la que sufrimos varias caídas por sus piedras resbaladizas, fue que de pronto la zona se oscureció como en el Sapo Perdido y el Agente Municipal me dice: “Mañanero estas cataratas ya enfadaron” y comenzamos a bajar, en la que dichas cascadas nos despidieron con una lluvia torrencial, lluvia que vino con toda su “abuela”,pero logramos el objetivo de conocer y visitar esta zona de las Cascadas “Lágrimas de la Novia” en el Caserío de Nueva Esperanza (Piscoyacu). Así que les recomiendo, VISITENLA.
Carlos Velásquez Sánchez
Después de treinta minutos de trayecto llegamos hasta el Caserío de Nueva Esperanza (Piscoyacu) en motocicleta lineal acompañado de mi hijo Carlos Velásquez Cárdenas, en la que pudimos divisar en lo alto una impresionante y verde biodiversidad en dicho Sector, el cual es una zona cafetalera por excelencia.
Llegamos acompañados del Gobernador del Distrito de Piscoyacu Hugo Saldaña Arévalo y el Alcalde Distrital Juan Delgado Talledo, y en dicho Caserío fuimos recibidos por su Agente Municipal Abraham Tapullima Tapullima y sus pobladores, en nuestro caso el destino que habíamos elegido era para visitar dicho lugar por primera vez y promocionar ese recurso turístico que tiene este Caserío que es las Cascadas “Las lágrimas de la novia”.
Desde Saposoa a Piscoyacu hay carretera afirmada de 06 kms. y de Piscoyacu al Caserío de Nueva Esperanza una trocha carrozable de aproximadamente 04 kms. con una tupida vegetación salpicada por el colorido de las plantaciones de café.
Después de desayunar y hacer brillar bien a nuestro”pupo” con un suculento y sustancioso timbuchi de cangrejos maman, yucras y callampas de la zona, partimos rumbo a dichas cascadas.
Realizamos una caminata hacia la encañada o “garganta” donde nacen estas tres “urmanas” (caídas) de agua de aproximadamente veinticinco minutos, cruzando plantaciones de café y cacao, y pude darme cuenta de que esta naciente y encañada es selva virgen, el cual es protegida por los lugareños de dicho Caserío que no permite a nadie que ingrese a esta zona a depredar o talar, para así convertirla en una zona turística y/o econegocio.
En esta cuenca existen muchos árboles de la especie catahua, ishpingo, las riquísimas “callampas” (hongos comestibles), los cangrejos maman cacho de toro, yucras, ratones, zorros y una serie de animales que acuden a esta “collpa” (Cascadas “Lágrimas de la Novia”). Y nos dimos un baño en sus refrescantes y heladas aguas de sus tres “urmanas”,los cuales miden aproximadamente 7 mtrs. 15 mtrs. y 20 mtrs dichas caídas rodeadas de un impresionante y espectacular paisaje.
Lo más anecdótico de esta visita de turismo de aventura, en la que sufrimos varias caídas por sus piedras resbaladizas, fue que de pronto la zona se oscureció como en el Sapo Perdido y el Agente Municipal me dice: “Mañanero estas cataratas ya enfadaron” y comenzamos a bajar, en la que dichas cascadas nos despidieron con una lluvia torrencial, lluvia que vino con toda su “abuela”,pero logramos el objetivo de conocer y visitar esta zona de las Cascadas “Lágrimas de la Novia” en el Caserío de Nueva Esperanza (Piscoyacu). Así que les recomiendo, VISITENLA.
Carlos Velásquez Sánchez
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